Aseguran que poner a los pacientes boca abajo puede ayudar a salvarles la vida
Edición Impresa | 16 de Abril de 2020 | 02:18

Un método utilizado habitualmente en las terapias intensivas podría disminuir el impacto del coronavirus en pacientes graves. Se trata de la “pronación” de los que tienen dificultades pronunciadas para respirar o, dicho en términos simples, ponerlos boca abajo.
“Con esto estamos salvando vidas cien por ciento”, asegura la doctora Mangala Narasimhan, directora regional de cuidados críticos de Northwell Health, que posee 23 hospitales en Nueva York. ¿Pero por qué colocar a los pacientes de COVID-19 sobre su estómago puede salvarlos? El viernes pasado, la doctora Narasimhan recibió una llamada urgente. Un hombre de unos 40 años con COVID-19 se encontraba en una situación grave y su colega quería que ella fuera a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Judío de Long Island para ver si el paciente necesitaba recibir soporte vital. Antes de ir allí, Narasimhan le dijo al otro médico que intentara darle la vuelta al paciente y ver si eso ayudaba. Narasimhan no tuvo que ir a la UCI. El método funcionó.
Así las cosas, los médicos están descubriendo que colocar a los pacientes más enfermos por coronavirus sobre sus estómagos –lo que se denomina posicionamiento propenso o “pronación”– ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno que llega a sus pulmones. “Es algo tan simple de hacer, y hemos visto una mejora notable. Podemos verlo en cada paciente”, asegura Narasimhan.
Claro que la técnica no se usa únicamente en los Estados Unidos, donde la pandemia está haciendo estragos en los centros de salud públicos, sino también en otros hospitales del mundo donde por estos días se lucha cuerpo a cuerpo contra el coronavirus. Nuestro país, de hecho, es uno de los lugares donde esta técnica se está poniendo en práctica en las salas de terapia intensiva.
“Pronar a los pacientes es una estrategia que todos estamos siguiendo; en especial, si están conectados a un respirador”, dijo Gustavo Lopardo, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología e integrante del consejo asesor del Poder Ejecutivo para COVID-19.
De acuerdo a lo que documentan distintos trabajos científicos sobre el tema, esta posición ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno que llega a sus pulmones. Dichas investigaciones sugieren que los pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda, el cuadro grave en el que también puede desembocar la gripe y la neumonía, y que se presenta como complicación de la COVID-19, si se colocan boca abajo tienen un mejor pronóstico.
Este método, apuntan los expertos, se usa hace unos 20 años en nuestro país.
Según se explica, estar sobre el abdomen ayuda porque permite que el oxígeno llegue más fácilmente a los pulmones. Mientras que en la espalda, el peso del cuerpo en efecto aplasta algunas secciones de los pulmones.
“Al ponerlos boca abajo estamos abriendo partes del pulmón que antes no estaban abiertas”, dijo Narasimhan. Con todo, se aclara que existe un inconveniente en colocar a los pacientes con coronavirus ventilados boca abajo. Los pacientes ventilados requieren más sedación cuando están boca abajo, lo que podría significar una estadía más prolongada en la unidad de cuidados intensivos. En el Hospital General de Massachusetts, actualmente un equipo de enfermeras visita a los pacientes que no llegaron a la terapia para alentarlos a que se pongan boca abajo. Como puede ser incómodo para un paciente no sedado pasar 16 horas en esa posición, las enfermeras intentan que pasen al menos cuatro horas con el estómago en dos sesiones.
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