Un entregador y un “golpe de suerte”, claves en el robo de los 40 millones en el country
Edición Impresa | 30 de Abril de 2020 | 02:19

Los investigadores del millonario asalto a un distribuidor de cigarrillos en su casa del country “Los Ombúes” de Hudson están convencidos de que ese golpe pudo concretarse porque hubo un entregador, y que la banda delictiva estaba conformada por siete delincuentes que, previamente, tomaron de rehén a un técnico de una empresa de seguridad privada.
De fuentes judiciales y policiales, ayer trascendió un dato impactante: los ladrones se llevaron un botín del orden de los 40 millones de pesos en billetes. Además, al momento de irrumpir en la vivienda los delincuentes efectuaron un disparo intimidatorio cuando el dueño de ese dinero, Norberto Velay, intentó escapar. Y al final, en su huida, habría intercambiado varios disparos con la víctima
El caso es investigado por la fiscal Silvia Borrone (UFI) 4 de Berazategui, quien a poco del robo, en la noche del martes, se presentó en “Los Ombúes” (kilómetro 33,5 de la ruta 2), para dirigir las primeras actuaciones y tomarle declaración a las víctimas y vigiladores.
La principal hipótesis de la fiscal y de los detectives a cargo de la pesquisa (DDI) de Quilmes es que hubo un “entregador” que conocía la seguridad del country y el perfil de la víctima.
“Sabían a dónde ir a robar, cómo moverse dentro del country y las rutinas de la seguridad interna”, dijo un investigador y concluyó en que el informante “puede estar vinculado, en la actualidad o en el pasado, al country”.
Los pesquisas también creen que los ladrones tuvieron un “golpe de suerte” con el efectivo que encontraron dentro de cajas de cigarrillos de la marca “Red Point”. Inicialmente, exigían “dólares y Rolex”.
En ese contexto, el empresario les habría ofrecido a cambio mirar en las cajas que simulaban tener cigarrillos. Incrédulos, habrían encontrado decenas de fajos al comenzar a cortar el cartón con las manos.
PLATA DEL NEGOCIO
Velay le explicó a los investigadores que el dinero estaba allí en forma excepcional por el parate impuesto por la cuarentena a la actividad bancaria. Dijo que tomó el riesgo de llevarlo a su casa para no dejarlo en la distribuidora de cigarrillos de la que es propietario y que por estos días permanece cerrada.
“Le suelen mandar una empresa de caudales para retirar el efectivo, pero eso no sucedió durante la cuarentena. Por eso, tenía el dinero en su casa”, dijo una fuente judicial.
Según lo que pudo reconstruir la fiscal Borrone, todo se inició a las 21.20 del martes, cuando el sistema de cámaras del country sufrió un desperfecto y desde la empresa de seguridad, “Protección Total”, llamaron a la central para reportar la falla.
Un técnico llegó en una camioneta Renault Kangoo ploteada con el logo de la empresa y se dirigió al “búnker” donde están instalados los servidores de las cámaras.
Allí, el empleado fue abordado y encañonado por dos delincuentes que lo tomaron de rehén y lo subieron a la camioneta, donde unos metros más adelante subieron más cómplices.
Con el vehículo de la empresa y vestidos con uniformes de vigiladores, la banda llegó a la casa de Velay, tocó timbre y cuando uno de los hijos del empresario abrió la puerta, le dijeron que tenían que entregarle una carta y cuando el joven se descuidó, sacaron sus armas y entraron a la propiedad.
Las fuentes vinculadas al caso coincidieron ayer que los delincuentes habrían ingresado por un acceso secundario del predio luego de interrumpir la transmisión de las cámaras.
Los voceros explicaron que a la vivienda ingresaron seis ladrones, algunos con pistolas y otros con armas largas, mientras que en la camioneta se quedó un séptimo cómplice con el técnico de rehén.
Velay escuchó todo y trató de escapar por el jardín del fondo, pero uno de los asaltantes lo corrió y efectuó un tiro intimidatorio, por lo que se tiró al piso y se entregó.
La banda redujo al empresario, a su esposa y a sus dos hijos jóvenes y los llevó al sótano, donde los maniató con cinta adhesiva.
Luego, juntaron las cajas con el dinero del comedor y del baúl del auto de empresario y, antes de escapar, llevaron al sótano al técnico de las cámaras.
“El hombre calcula que los delincuentes estuvieron no más de cuatro minutos dentro de su casa”, dijo uno de los investigadores.
SALIDA Y TIROTEO
El empresario logró desatarse, corrió a la cocina, tomó las dos pistolas que esconde en el techo de la heladera y salió a enfrentar a los ladrones, indicaron las fuentes.
Afuera, hubo un breve tiroteo en el que el empresario salió ileso y los delincuentes lograron escapar por una puerta trasera del country que suele estar inhabilitada y en esta oportunidad fue encontrada sin candado y con el sensor de apertura desconectado.
Una de las fuentes consultadas calculó que hubo una veintena de disparos
La camioneta Kangoo roja de la empresa “Protección Total” que robaron en el country fue hallada abandonada, con seis orificios de bala en el parabrisas, en el cruce de las calles 152 y 54, a unos 900 metros del country y quedó secuestrada para pericias, mientras que la policía busca un Ford Ka al que, según testigos, subieron algunos de los miembros de la banda para continuar la fuga.
Ayer fuentes judiciales mencionaron a la empresa “Prosegur”, pero hoy aclararon que la que presta servicio de seguridad en ese barrio privado es “Protección Total” y que los delincuentes actuaron con sus uniformes y una de sus camionetas.
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