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Deportes |DE LA TRINCHERA A DAR LA VUELTA OLÍMPICA

“Estudiantes, Bilardo y el fútbol me salvaron la vida”

Juan Gerónimo Colombo y el recuerdo de la guerra de Malvinas a 38 años de su finalización. Un diálogo profundo y conmovedor, donde se cruzan el dolor y la pasión

“Estudiantes, Bilardo y el fútbol me salvaron la vida”

Colombo en su época de jugador del león en la cancha de River / Archivo

Walter Epíscopo

Walter Epíscopo
wepiscopo@eldia.com

14 de Junio de 2020 | 03:12
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Juan Gerónimo Colombo sigue viviendo en su Roque Pérez natal. El fútbol y la guerra le atravesaron la vida cuando tenía sueños de ser jugador de fútbol profesional. Malvinas, algo totalmente inesperado en aquel año 1982. El 14 de junio por la tarde la guerra terminaba, la vida seguiría, pero cómo... “Yo me fui pensando en volver para jugar al fútbol, pero recién cuando llegué a Malvinas me di cuenta donde estaba”, dice Juan, y no duda en cerrar la frase: “En ese momento tuve la fortuna de estar en Estudiantes, que no tengo dudas me salvó la vida”.

El viaje a Malvinas ya era historia, pero ese sueño que había quedado “suspendido” de ser profesional, estaba firme aún. Hasta ese momento jugaba en Reserva y Carlos Bilardo lo quería llevar a entrenar con Primera. Siendo clase ´62 había hecho el servicio militar en el ´81, estaba de baja entrenando con Reserva. “Me acuerdo que el 8 de abril jugamos un amistoso contra la Selección de Brandsen, de preliminar de Primera, y como era Semana Santa nos dieron varios días libres. Me fui a mi casa y escucho por radio que todos los que habían realizado el servicio militar debían presentarse. Me presenté el 9 de abril y a los pocos días estaba en Malvinas con mis compañeros del Regimiento 7”, cuenta Colombo.

“La guerra me cortó la mejor parte de mi carrera. Volví con 14 kilos menos, poco después me agarré hepatitis, estuve dos meses en cama y luego la rehabilitación, así que recién en diciembre pude volver a entrenar y ahí se definía si firmaba contrato o no. Y Estudiantes me dio la posibilidad de firmar mi primer contrato. Para mi fue como volver a vivir cuando me dijeron en Estudiantes que iba a ser jugador profesional. Por eso soy un eterno agradecido al Club. Estudiantes es mi casa, mi familia. Ahí empecé una nueva vida, por eso creo que Estudiantes, Bilardo y el fútbol me salvaron la vida. Si en ese momento no firmaba contrato, no sé que hubiera pasado...”

“La guerra me cortó la mejor parte de mi carrera. Volví con 14 kilos menos y poco después me agarré hepatitis”

 

La guerra postergó su debut en Primera, que llegó casi un año después de que comenzara aquella guerra absurda. El 3 de abril de 1983 le tocó arrancar de titular contra Unión San Vicente de Córdoba, en un partido que se jugó en la cancha de Instituto. En ese Torneo Nacional, el Pincha, ya con Eduardo Manera en el banco (Bilardo se había ido a la Selección) se consagraría campeón, y allí pudo sumar minutos. “Debo haber estado en 10 partidos entre titular y suplente. También jugué un torneo juvenil que se televisaba que se llamaba Esperanza ´84. Pero me pasó de todo. En el tercer partido con Unión me desgarré. Volví y en el último partido del campeonato me rompí los ligamentos de la rodilla derecha. Creo que la Guerra me pasó factura. Para colmo de males, a finales del ‘84 en un partido contra Instituto caigo mal y me rompo la rodilla. Estuve 10 meses para volver y los dirigentes tuvieron otro gesto noble. Me dieron el pase, pero si no conseguía club, podía volver”.

Dice que no siente bronca, sino dolor por los que no volvieron, como su amigo José Luis Del Hierro, uno de los 649 caídos en Malvinas. “Su Padre tenía los pasajes para ir al Mundial de España con él y sus dos hermanos. El vuelo era para el 8 de junio a las 6 de la tarde. Ese día lo volvimos loco, cargándolo con que se le iba el avión. En la madrugada del 13 de junio, el día que Argentina debutaba con Bélgica, en lugar de prepararse para estar en el Nou Camp, el Oreja, como le decíamos nosotros, desapareció después de un bombardeo. Su cuerpo permaneció allí, tapado por la nieve, hasta que fue descubierto al terminar el invierno”, relata de manera pausada Juan. Dice que al Oreja Del Hierro que estudiaba Ingeniería Aeronáutica no le importaba mucho el fútbol, pero el viaje a España sería especial por que su Padre volvería a su tierra y verían a Maradona en el Mundial junto a sus dos hermanos. “Oreja, vos tenés que ir al Mundial le decía yo”, y él se reía a pesar del momento. Es que ya no sería posible ese viaje entre los cuatro hombres de la familia y obviamente nadie fue a España. Horas más tarde el Oreja desapareció, la guerra se terminaba y estaban en retirada en los montes Tumbledown y Wireless Ridge, pero el fuego de una explosión lo alcanzó...

“¿Sabés en qué momento pensé en la guerra? El día que debuté en primera. Ese día empezó una nueva etapa en mi vida”

 

Tras un silencio, brota otra historia del 13 de junio por la tarde que Juan cuenta. “Nos sorprendió un fuego de morteros y el Negro Deandrea se me tiró encima y se le metieron varias esquirlas que hoy aún tiene en su cuerpo y que eran para mí”, dice justamente cuando hoy se cumplen 38 años del final de la guerra.

EL RECUERDO DEL TÍTULO DEL NACIONAL ‘83 CON EL PINCHA

A pesar de todo aquello, Colombo pudo luego desarrollar una carrera futbolística. Con 20 años fue de una trinchera en Malvinas a poder debutar en Primera División un año más tarde, y hasta poder gritar campeón como jugador casi un año después de terminada la guerra (el segundo partido consagratorio para el Pincha ante Independiente fue el 10 de junio) en ese Torneo Nacional ´83 donde pudo jugar un puñado de partidos. “Esa noche a Avellaneda viajé en el micro con el plantel pero vi el partido desde la platea junto a otros muchachos mezclados entre la gente de Independiente. Después entramos a la cancha y fue una locura porque entró muchísima gente”, cuenta y remata, “recuerdo esa noche volver para mi casa con mucha felicidad, a pesar de haber jugado pocos partidos, era parte de un plantel campeón. Lo disfruté muchísimo y no podía creer lo que estaba viviendo”.

Y Malvinas vuelve a estar en el recuerdo de lo vivido. “¿Sabés en qué momento pensé en la guerra? El día que debuté en Primera. Sentí que había empezado una etapa nueva en mi vida. Pude debutar en Primera y cumplir el sueño. Estaba adentro de la cancha y pensaba que un año antes había estado en una guerra. Ahí sentí que empezaba una nueva vida...”.

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Colombo en su época de jugador del león en la cancha de River / Archivo

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