En los jardines se las ingenian para mantener el vínculo con los pequeños

Más de un millón de niños y niñas de entre 3 y 4 años no empezaron sus clases en los jardines de infantes de todo el país a causa del aislamiento y las provincias despliegan distintas estrategias para garantizar la continuidad educativa de los más pequeños cuando tienen acceso incluso más limitado a los dispositivos electrónicos. En nuestra ciudad, los jardines de infantes y maternales, como así también los Centros de Atención y Desarrollo Infantil (CADI), se las ingenian con diversos elementos para sostener la propuesta pedagógica y el vínculo con los niños y las familias.

La provincia de Buenos Aires es la jurisdicción con más chicos y chicas en el jardín de infantes: algo más de 700 mil cada año, según estadísticas del Ministerio de Educación y allí docentes y equipos pedagógicos están desarrollando un programa de continuidad para el nivel inicial que incluye a las salas de 3 y 4 años.

“LABORATORIOS EN CASA”

Fernanda Burgat, directora pedagógica del Jardín Arcoiris, dijo que se trabaja en distintos frentes. “Los padres, de alguna manera, terminan transformando sus casas en laboratorios para llevar a cabo distintas actividades que sugerimos vía WhatsApp, plataformas de videoconferencia y correos electrónicos. Contamos con excelente predisposición de las familias que, en la medida de sus posibilidades, se suman a las propuestas porque entienden que tienen que ver con el desarrollo de los niños”.

“En las casas es difícil tener 20 almohadones, alfombras, pelotas con distintas texturas. Pero se las ingenian para darle la mayor cantidad de elementos posibles a los niños de distintas edades”, agregó Burgat.

Según contaron distintas fuentes consultadas, se trabaja en motricidad gruesa o fina, coordinación de movimientos, el vínculo con el otro, hábitos, atención de la mirada de los niños más chiquitos. Este nivel educativo –maternal e inicial- comprende a niños de entre 45 días y 5 años de edad. Por lo tanto, tienen que buscar diversas variantes para ganarse la atención y respuestas de los chicos.

Para las videoconferencias, que se hacen a través de distintas plataformas, según cada jardín, muchos optan por armar grupos de hasta 5 chicos con sus respectivos padres. “Se trata de armar grupos reducidos para que haya un mejor entendimiento, los chicos puedan expresarse y los docentes y padres puedan interactuar del mejor modo posible”, contaron en uno de los jardines que hablaron con este diario.

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Sobre las reacciones de los chicos, principalmente los más grandes, “unos se sorprenden gratamente al ver a su docente y tomar contacto a través de una sonrisa, una canción, un mensaje preparado especialmente para ellos, lo que les resulta útil para su personalidad porque se sienten esperados, y hay otros casos en los que los chicos expresan su enojo porque no pueden ir al jardín y continuar con el vínculo en forma directa”, cuenta una pedagoga.

Videos muy breves, lectura de cuentos, tareas de plástica, conforman buena parte del vínculo que se teje hoy por hoy en tiempos de cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus. También remarcan en los jardines que “no todos los padres pueden sumarse a las videoconferencias por sus ocupaciones laborales. Por ejemplo, si en la casa papá y mamá son médicos, está más complicado porque son los que hoy tienen mayor carga horaria de trabajo, y muy complejo e intenso, entonces les resulta difícil estar los dos a la vez al momento de hacer la videoconferencia”, indican las fuentes consultadas.

Carolina Gorchs, quien integra la Asociación Maternales del Plata –que agrupa a 11 establecimientos que se rigen por la Dirección de Educación provincial, asegura que “nosotros tenemos una propuesta pedagógica, coordinada y controlada por la Diegep, de la dirección de Educación provincial. Con docentes capacitadas y recibidas, que proponen diversos ejes para sostener los lazos y colaborar con las familias para continuar con el desarrollo cognitivo de los chicos, despertar intereses y participar de actividades acordes a cada edad”.

En tanto, María Florencia Botes, del CADI “El Hada Juana”, indicó que “nosotros armamos tres grupos de WhatsApp: lactantes, deambuladores y prejardín. Compartimos canciones, actividades diarias y tenemos la devolución de los padres con fotos y videos de los chicos haciendo las actividades que proponemos para cada edad. Con los chicos de pre jardín hacemos videoconferencias a través de zoom, con la ayuda de los padres que ponen la mejor predisposición para hacer realidad cada sugerencia”. En La Plata hay entre 70 y 80 CADI (Centros de Atención de Desarrollo Infantil), que, a diferencia de los jardines maternales, dependen de la Municipalidad para su habilitación y propuesta pedagógica.

EN JARDINES ESTATALES

En el caso de los establecimientos públicos, el rango integra a los chicos de Jardines de Infantes, de 3 a 5 años.

Una vocera del Ministerio de Educación provincial dijo que “se utilizan cuadernillos para los niños que no tienen conectividad y los materiales que se van subiendo a la plataforma Continuemos Estudiando”.

“Las propuestas son para que los niños las desarrollen con sus familias o con las personas de su entorno y se vinculan con las características de los distritos. En algunos casos, por ejemplo, desarrollan proyectos de huerta, juegos para espacios abiertos o limitados, cuentos y audiolibros”, explicó.

De acuerdo con los últimos informes de esa cartera, hay 407.225 alumnos en 5.526 jardines públicos y privados bonaerenses a los que se les mandaron unos 74.642 cuadernillos para que continúen con la educación desde casa.