La marginación económica en EE UU

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El centro de Washington brilla por su riqueza, pero al estar ahí parado entre la multitud que protesta, Justin Monroe es escéptico de poder ser parte de esa prosperidad. “Esto simplemente no es para ciertas personas, para muchas ciertas personas”, dice este afroestadounidense. “Nosotros no podemos ganar ese dinero. Ellos no quieren que ganemos ese dinero”.

Monroe, de 25 años, es un cocinero de restaurante que perdió su trabajo por el confinamiento del coronavirus y vive en una parte de la capital que está separada por un río del centro, donde se han ubicado muchas oficinas de lujo y los edificios del gobierno. Considera como una norma y no como una excepción, la violencia policial que provocó que las protestas se extendieran en todo el país. “No me gustan”, dice sobre los policías.

Sin embargo la desigualdad que enfrentan los afroestadounidenses va más allá de la interacción con la policía: desde los bajos salarios hasta mayores tiempos de desplazamiento, la estructura de la mayor economía del mundo margina de manera profunda a la población negra. “Los afroestadounidenses han participado siempre de lleno en la economía de Estados Unidos, pero no reciben plenamente” los beneficios, dijo Nicole Smith, jefa de economía del centro de educación y de trabajo en la Georgetown University.

Incluso la enfermedad discrimina: los estadounidenses negros constituyen el 13,4 por ciento de la población, pero representan el 22,9 por ciento de las muertes por COVID-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. También pesan, y mucho, en la tasa de desempleo de 13,4 por ciento en mayo, con un ligero aumento de 16,8 por ciento en el caso de los afroestadounidenes.

Pero la economía puso en desventaja a los afroestadounidenses mucho antes de que llegara la pandemia. Ellos ganan 73 centavos por cada dólar que gana un estadounidense blanco, con una tasa de pobreza dos y media veces más alta, de acuerdo con el centro de análisis y pensamiento Economic Policy Institute. En un escenario optimista, los estadounidenses negros alcanzarán a los blancos en unos 200 años, estiman. (AFP)

 

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