Mientras tanto, el comercio legal sufre por las restricciones

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Si bien semanas atrás autoridades municipales aseguraron que se mantendrían firmes en la postura de no permitir la presencia de vendedores ambulantes en la Ciudad, en los últimos días prácticamente no se vieron controles y los manteros volvieron a instalarse en los principales corredores comerciales. Y mientras eso ocurre, el comercio legalmente establecido sigue padeciendo las consecuencias de las restricciones. En La Plata, desde que comenzó la pandemia, el 85 por ciento de los comercios sufrieron una caída interanual de las ventas. Y pese a que se flexibilizaron algunas actividades, por ahora las ventas siguen muy alicaídas. Así lo reflejó un informe de la CAME, que señaló que las ventas minoristas cayeron en agosto 17,8 por ciento a nivel país, pero en el ámbito del AMBA y el Gran La Plata retrocedieron 30 por ciento. “Si bien muchas ciudades del interior normalizaron su actividad, el cumplimiento de los protocolos, los menores ingresos de las familias, los altos niveles de endeudamiento y la menor circulación de gente en las calles, siguen afectando el consumo”, señaló CAME. La entidad pyme reconoce que esta última situación resultó “más difícil” en la región AMBA, “donde el aislamiento social, preventivo y obligatorio es más estricto”.

 

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