Tras un 2020 sin clásicos, se volvieron a ver las caras en el más tempranero de la historia

A 438 días del último enfrentamiento, por primera vez en pandemia y sin la presencia de público, Boca y River se reencontaron en un superclásico de especiales características, que podría ser antesala de una nueva final de Copa Libertadores, como sucedió hace apenas dos años, en la histórica final que se definió en Madrid.

De todos modos, tanto Boca como River asumieron el compromiso -número 100 en La Bombonera- sin su máximo potencial, dado que priorizaron las semifinales de la Copa Libertadores 2020 que se jugarán entre semana.

River abrirá su serie con Palmeiras el martes próximo a las 21.30 en el estadio de Independiente de Avellaneda, donde ejerce su condición de local por las refacciones en el Monumental, y Boca recibirá a Santos, el miércoles 6 a partir de las 19.15.

En caso de superar sus respectivas llaves, los dos colosos del fútbol argentino disputarán por segunda vez en la historia la final de la Libertadores, que en la presente edición tendrá como escenario al mítico Maracaná de Río de Janeiro, el próximo sábado 30.

el más “tempranero”

Boca y River no se veían las caras desde el 22 de octubre de 2019 cuando el “Millonario”, pese a perder 1-0 de visitante, lo eliminó de las semifinales del máximo torneo continental.

La pandemia de coronavirus, que mantuvo el fútbol suspendido en todo el mundo, impidió que en 2020 hubiera superclásico, algo que no se registraba desde 1929.

La emergencia sanitaria trastocó todos los calendarios, por esa razón Boca-River tuvo una fecha inédita como el 2 de enero, lo que lo convertirtió en el más tempranero de la historia. El juego que ostentaba ese récord era el 3-0 que el “Xeneize” obtuvo el 6 de enero de 1932.

Así, aún con las secuelas de un 2020 negro, el equipo de Miguel Ángel Russo se vio las caras con el de Marceloa Gallardo en una fecha inédita, y con ambos pensando también en las semifinales de la Copa Libertadores.