“Omicrongate”: algunos con coronita no entran en razón

Las casas reales organizaron actividades por Navidad, pero todas con restricciones por la nueva ola de Covid que afecta a Europa. Sin embargo, la hija de Máxima metió la pata con su cumpleaños

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Por VIRGINIA BLONDEAU

vivirbien@eldia.com

Alpha, la primera letra griega, es símbolo del comienzo de etapas y es el primer escalón en toda progresión. Alpha es el enero del alfabeto y, por lo tanto, el símbolo que deberíamos tener presente en las plegarias para tener un buen comienzo de año. Pero… las circunstancias han hecho que sea la decimoquinta letra griega la que ocupe nuestros pensamientos: ómicron se llama y está marcando la agenda de Europa en general y de las casas reales en particular.

Tiene ya hasta su propio omicrongate: Amalia, la princesa de Orange, ha cumplido el 7 de diciembre pasado 18 años y no tuvo mejor idea que festejarlo a pesar de las restricciones imperantes en los Países Bajos. Los medios sensacionalistas dijeron que había reunido a un centenar de personas pero parece ser que fueron 21, 16 más de los permitidos. Es cierto que la fiesta fue al aire libre, que había pedido permiso y que todos estaban vacunados e hisopados pero ¿era necesario, Amalia, empezar tu carrera hacia el trono rompiendo las reglas gubernamentales? Muy desafortunada decisión aunque luego hayan pedido perdón. Y mucho más si tenemos en cuenta que la familia real es la tercera vez que tienen que justificarse y disculparse por errores cometidos: la primera cuando no respetaron la distancia social y la segunda cuando fueron a Grecia mientras que el gobierno había sugerido a los ciudadanos no moverse sus hogares.

Imagen utilizada por los duques de Cambridge para saludar por las fiestas

La princesa Ingrid Alejandra, nieta del rey de Noruega y futura reina, aprendió la lección de su par y más temprano que tarde anunció que se suspendían todos los actos que se iban a llevar a cabo en enero, cuando cumpliera la mayoría de edad.

La pandemia también aguó la agenda de la casa real de Dinamarca. Y por segunda vez. Ya el año pasado la reina Margarita II tuvo que suspender los grandes actos que tenía previsto para festejar sus 80 años. El 16 de abril de 2020, día de su cumpleaños, pudimos ver una imagen que representaba lo que la mayoría de los adultos mayores estaban viviendo en ese momento: la falta del abrazo de sus seres queridos. La imagen de ella sola, con la única compañía de sus mascotas, en la puerta del palacio y con una fanfarria reducida haciéndole los honores, fue desoladora.

La princesa Ingrid Alejandra de Noruega suspendió todos los actos por su mayoría de edad

 

El 14 de enero de 2022 se cumplirán 50 años del reinado de Margarita y estaban programados homenajes, galas, conciertos, exposiciones y muchas fiestas más. En una muestra de optimismo ella no ha suspendido nada pero… ha pospuesto los actos para marzo o abril. Esperamos de corazón que pueda concretar todas las celebraciones y no solo por ella y su familia sino porque van a ser realmente rutilantes y vamos a estar encantados de verlas reflejadas en estas mismas páginas.

Más allá de la pandemia y de las polémicas, las casas reales han estado activas y preparándose para la Navidad.

Máxima, por ejemplo, participó de la Gala de Música Navideña, un concierto en el que niños de todas las regiones de los Países Bajos cantan villancicos. Más allá del comentado look que llevó (un vestido de Natan que le sentaba perfecto), lo más importante es que este concierto es uno de los hitos del programa “Más música en las aulas” que lidera la reina y en el que pone todo su empeño. Recordemos que el hogar de los Zorreguieta era especialmente musical. Jorge, el patriarca, tocaba la guitarra y la música ha acompañado a la familia en cada encuentro, incluso en los momentos más tristes. Máxima cantó “A mi manera” en el entierro de su padre y ella, sus hermanos y sus hijas cantaron canciones de Bob Dylan y Bob Marley en el entierro de su hermana Inés. Tal vez como una manera de tenerlos presentes, luego de la muerte de ambos, Máxima se ha focalizado especialmente en iniciativas relacionadas con la música.

Mientras, en Mónaco, el príncipe heredero, Jaime, y su hermanita, Gabriela, fueron los encargados de entregar los juguetes a los niños del principado. Como su madre sigue en tratamiento y su padre tenía un compromiso, los mellizos, de 7 años, estuvieron acompañados por su tía, la princesa Estefanía y por sus primos Camila y Luis. Son niños rodeados de amor, no cabe ninguna duda, y también de todo lo material posible; son verdaderos privilegiados. Pero aún así se nos parte el alma verlos asumir ya funciones institucionales sin el apoyo y contención de su madre. Ojalá la princesa se recupere pronto.

Tarjeta navideña del príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles

Cruzando tierras y el Canal de la Mancha también los pequeños eran protagonistas en una corte: como todos los años Camila, la duque de Cornualles, invitó a los niños que reciben ayuda de dos ONG de las que ella es patrona a armar el árbol de Navidad en Clarence House, su residencia. Además todos los castillos y palacios de la corona fueron decorados e iluminados, una costumbre de la que los ingleses son fanáticos y precursores. La reina Carlota, esposa del rey Jorge III, y el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, fueron quienes introdujeron y afianzaron la costumbre de armar el árbol de Navidad y decorar los hogares. Esa tradición llegó al Río de la Plata en 1828, de la mano de un inglés llamado Miguel Hines quien era hijo ilegítimo del rey Jorge IV. Aunque esta historia nunca pudo ser probada, hay algunos autores que la dan como cierta.

Más allá de la pandemia y de las polémicas, las casas reales se prepararon para la Navidad

 

También estuvieron activos los community manager de las redes del reino. Además de las decoraciones, han publicado la receta de las tradicionales galletitas llamadas “estrellas de canela” (cuya receta compartimos con nuestros lectores), cómo es la entrega de regalos y hasta el menú de Nochebuena: un sencillo pavo con puré de papas, repollitos de bruselas y ensalada de zanahoria.

Los reyes de España y sus hijas. Imagen de la tarjeta Navideña

No podemos dejar de mencionar en esta reseña las tarjetas de felicitación que han enviado tanto Carlos y Camila como Guillermo y Kate. La foto elegida por los primeros es muy significativa: una instantánea tomada en la última edición de las carreras de Ascot y en la que podemos ver al príncipe Carlos acomodándole el barbijo a su esposa. Más actual, imposible. La de los duques de Cambridge, en cambio, es un posado de unas vacaciones privadas pasadas hace unos meses en Jordania, un país que tiene un significado especial para Kate ya que cuando era una niña vivió allí durante un par de años.

Las otras casas reales no se han quedado atrás y todas han optado por retratos de estudio de la familia completa. Buenas fotos pero sin ningún rastro de decoración navideña. Esta costumbre se debe, en parte, a que la felicitación es enviada a personas de diferentes credos y tiene más el objetivo de augurar un buen año que connotaciones religiosas.

Tarjeta de felicitación del príncipe Alberto de Mónaco y su familia

Los que no han tomado en cuenta esto son los reyes eméritos españoles, Juan Carlos y Sofía: enviado a sus allegados una imagen del pesebre que se arma anualmente en el Palacio Real. No deja de ser curioso (incluso irónico e hipócrita) que estando separados desde hace años y sin prácticamente ninguna amistad en común, sigan enviando felicitaciones en conjunto. Y además firmadas de puño y letra con lo que las tarjetas habrán viajado de Madrid a Grecia o Londres para que las firme la reina y de ahí a Abu Dabi para que las firme el rey y de ahí de vuelta a Madrid. Un sinsentido.

Los príncipes Jaime y Gabriela entregan los regalos a los niños monegascos

Al cierre de esta edición no se había trasmitido aún el discurso en el que los monarcas hacen un balance de lo acontecido durante el año y saludan a sus ciudadanos. Descontamos que el tema predominante será la variante ómicron, la labor del personal sanitario y el deseo de que con el esfuerzo de todos podamos volver pronto a la “normalidad”. Una normalidad que nos devolverá el abrazo de nuestros familiares y amigos, las risas sin obstáculos, los viajes sin fronteras y la construcción del futuro. Ese es el espíritu del mensaje real; el mismo que queremos trasmitir a nuestros lectores desde estas páginas. Para todos, muy feliz Navidad y un excelente comienzo de 2022.

 

 

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