Plaza Italia, desbordada de manteros: ya casi no quedan espacios libres

La imagen que se vio ayer en la plaza Italia igualó o, quizás, superó a postales de la prepandemia. Cientos de manteros le cambiaron abruptamente la escenografía al espacio de 7 y 44, ofreciendo ropa usada y otras mercaderías cuyo origen es desconocido.

Casi todo el perímetro y los corredores internos de la plaza Italia ayer se vieron desbordados de gente, provocando una aglomeración preocupante en términos sanitarios durante varias horas, casi sin distanciamiento social.

Quienes pasaban por el lugar se asombraban al observar semejante panorama. Pasadas las 10, cada rincón de la plaza estaba ocupada por un mantero y entre la gente que ofreció prendas para vender, y quienes pasaban, se transgredió todo protocolo para evitar la propagación del coronavirus.

“¿Ya finalizó la pandemia?”, interrogó una mujer que cruzaba por la plaza a una amiga que caminaba junto a ella. “No lo puedo creer, ¿de dónde salió tanta gente?, ¿por qué no hay controles?, ya no por el tema comercial, sino sanitario. Esto es un desborde tremendo”, dijo Héctor Zanoti, quien cruzó ayer la plaza para ir a un banco cercano a la plaza.

A diferencia de lo que se observaba meses atrás, cuando había cierto respeto por el uso de tapabocas, ayer fueron pocos los que lo utilizaban, lo que alertó aún más a quienes pasaron circunstancialmente por el lugar.

Los comerciantes volvieron a insistir en que mientras por un lado se exigen estrictos protocolos para atender al público, en otros prácticamente no hay cuidados sanitarios para prevenir el COVID-19.

Algunas personas ofrecieron objetos personales como ropa usada o artesanías, también se observaron vendedores de artículos nuevos como indumentaria deportiva, lentes de sol, gorros y carteras.

La feria en Plaza Italia se instaló en 2019 luego de fuertes operativos policiales que formaron un cerrojo de uniformados durante varios días para impedir la venta ilegal en Plaza San Martín.

Pero entre los comerciantes el mensaje que se consolidó es que “el problema se mudó y se agravó”, y lo que se observó ayer reforzó esa idea.