Vecinos se movilizaron otra vez por el preocupante estado del arroyo Rodríguez

Llevaron bidones con líquido denso y oscuro a la Autoridad del Agua, en 5 entre 39 y 40, y dijeron que están “abandonados”

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Fueron hasta la sede de la Autoridad del Agua -ADA-, se plantaron en la puerta del organismo e instalaron ahí, como para que no cupieran dudas sobre la gravedad de la situación ambiental en la que viven, bidones cargados con el contenido del arroyo Rodríguez, un líquido denso y oscuro. La “puesta” fue protagonizada por los vecinos de las localidades del norte platense que vienen dando pelea desde hace meses para que se sanee “de una vez y para siempre” ese curso de agua, generador de emanaciones que “apestan”, al decir de los denunciantes.

Luego de meses de protestas, inicio de expedientes para formalizar el reclamo y reuniones con funcionarios provinciales, las familias de los alrededores del Rodríguez (desde Abasto hasta Villa Elisa, pasando por Gorina y City Bell) se movilizaron a las oficinas de 5 entre 39 y 40 con la finalidad de reiterar la necesidad de que se implementen medidas para que se frene la degradación ambiental que produce el arroyo como receptor de vuelcos contaminantes, tanto de residuos biológicos -excrementos- como de sustancias químicas.

De acuerdo a lo que remarcaron en esta última manifestación los vecinos perjudicados por los fuertes olores, la del Rodríguez “es una sustancia negra, que ya dista de ser agua”, y compararon el cauce platense con el Riachuelo, símbolo de una contaminación acuática extrema.

En rigor, los vecinos exigen información sobre el grado de contaminación del arroyo y la “urgente” solución del problema a la ADA y al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, al tiempo que reclaman la intervención del Defensor del Pueblo de la Provincia y de las autoridades de la Municipalidad de La Plata para que se hagan eco de su reclamo.

Alrededor de unos 30 vecinos participaron de la movida, pero los funcionarios de la ADA mantuvieron un encuentro con un grupo de seis que los representó a todos.

“Hablamos con uno de los ingenieros que lleva el caso; nos dijo que los parámetros de contaminación están dando mejor y que van a seguir monitoreando el arroyo. No entendemos cómo pueden dar mejor los parámetros si el olor es cada vez más intenso. Además, no nos dan ningún documento escrito, es bastante poco seria la manera de informarnos”, se quejó uno de los vecinos que participó de la reunión.

Cuando la gente de los barrios del norte de la Ciudad comenzó a detectar, meses atrás, las emanaciones del arroyo, percibían un fuerte olor a líquidos cloacales, los cuales, sostenían los vecinos, podían provenir de distintas nuevas urbanizaciones de esas zonas. Ahora, aclararon, la fuente de la fetidez sería una mezcla de “la actividad de un corral y compuestos químicos; todo muy fuerte y con altibajos, porque aparece y desaparece, y se siente sobre todo durante la noche”.

Ante la consulta de este diario, voceros del OPDS indicaron que para tratar la problemática el ente integra una mesa de trabajo junto a la Defensoría del Pueblo de la Provincia, la ADA y el Municipio.

Asimismo, señalaron que en esos encuentros se convocó a los vecinos “para informarles las distintas acciones llevadas a cabo por el organismo”. Precisaron, por otra parte, que se realizaron “inspecciones a industrias, visitas conjuntas al arroyo y, en particular, se mantuvieron reuniones y se estableció un plan de trabajo con las autoridades del frigorífico Gorina, a fin de regularizar la situación del establecimiento respecto a las habilitaciones ambientales”.

Se afirmó, finalmente, que el OPDS trabaja en conjunto con la Dirección Provincial de Ordenamiento Urbano y Territorial de la Provincia de Buenos (DPOUT) en un relevamiento de los barrios cerrados para determinar el grado de cumplimiento con las normativas ambientales.

 

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