River bailó a Godoy Cruz con un show de fútbol y goles
Edición Impresa | 21 de Marzo de 2021 | 02:18

River visitó anoche a Godoy Cruz de Mendoza, en el estadio mundialista Malvinas Argentinas, con la necesidad de curar las heridas que le dejaron la derrota ante Argentinos, en el Monumental, y el empate frente a Boca, en la Bombonera, más que por los resultados en si mismos por la estatura futbolistica alcanzada. Y una tierra con los mejores recuerdos desde que Marcelo Gallardo es el entrenador de los Millonarios confirmó los antecedentes, porque una verdadera lluvia de goles, que no paró hasta el 6-1, anticipó increíblemente el final en plena etapa inicial. Rafael Santos Borré, en cuatro oportunidades, Matías Suárez y Julián Álvarez, fueron los encargados de marcar la distancia entre un equipo que fue una máquina en el primer tiempo frente a un rival que se olvidó de marcar.
El de anoche fue el séptimo triunfo consecutivo del conjunto de Nuñez frente al Tomba, al que ya le había ganado 4-0 en el torneo Transición 2014, 1-0 en la segunda ronda de la Copa Sudamericana 2014, 2-1 en el Campeonato de Primera División 2016/17, 4-0 en la Superliga 2018/19, 1-0 en la Superliga 2019/20 y 1-0 en la última Copa Diego Armando Maradona.
Todo en medio de una etapa en la cual el nivel futbolistico exhibido por el conjunto de la banda roja sufrió una declinación, particularmente en la franja central, donde elabora su juego, que incluso lo dejó afuera del grupo de las cuatro formaciones que definirán el título de campeón tras la presente etapa clasificatoria, y que llevó al DT a considerar variantes para recuperar la frescura perdida.
UN BAILE
En definitiva, Gallardo dispuso una formación inicial con Alex Vigo como lateral por derecha, Paulo Díaz y Jonatan Maidana, en ese orden, como marcadores centrales y David Martínez recostado sobre la izquierda; Enzo Pérez como eje en la franja central; Nicolás De La Cruz, Julián Álvarez y Agustín Palavecino como volantes más adelantados y la dupla Rafael Santos Borré-Matías Suárez en ataque. Lo destacado: afuera Jorge Carrascal, el colombiano que no había marcado diferencias en las últimas presentaciones.
La modificación planteada a partir del ingreso de Palavecino tuvo que ver con el gol que rompió la paridad a los 6 minutos: el ex Platense y Deportivo Cali recibió del chileno Díaz y filtró el pase para Suárez, quien desde la izquierda cruzó al medio para que Borré se encargara de tocar al gol. Una jugada similar, aunque por el otro sector, con De La Cruz tocando en profundidad para Álvarez, desembocó en el 2-0 de Suárez cuando apenas se habían disputado 15 minutos.
Marcada la distancia que separó a un equipo del otro, y el dominio ejercido por el conjunto visitante, en todos los planos, determinó como una consecuencia lógica que llegara el tercero a los 19 minutos, al cabo de una maniobra volcada por derecha, con asistencia final de Álvarez para Borré, y de inmediato, a los 22, el cuarto grito de la noche tras una maniobra individual de Álvarez, arrancando desde la mitad de la cancha.
El baile del primer tiempo se completó con un gol más, a los 36, de nuevo a cargo de Borré, y en el marco de una jugada bien desarrollada, otra vez por la derecha, ahora con pase para la corrida de Vigo, quien al llegar al fondo cruzó al medio para la llegada libre del colombiano que mostró tener la cabeza en River y no en otro club, sin posibilidades para defenderse del arquero.
“POKER” DE BORRÉ
La etapa complementaria comenzó con otro gol de Borré, que así llegó a su “poker”, cuando se jugaba el minuto 3, y este show de fútbol y goles se sumaba al homenaje por cumplirse un año del fallecimiento de Amadeo Carrizo, uno de los grandes arqueros de la historia del fútbol argentino, al que River-institución homenajeó con un parche muy emotivo y particular en las nuevas camisetas tricolor que estrenó anoche.
El detalle fue de color celeste, con una silueta del glorioso arquero, y además con una emotiva leyenda: “Amadeo eterno”, más el año de su nacimiento, que fue en 1926, y un signo infinito a su lado para asegurar que estará presente por siempre en la memoria y el corazón de cada hincha.
La distancia continuó separando a un equipo del otro, y luego de un pelotazo en el travesaño a cargo de Álvarez fue como que River se tranquilizó, y aunque dispuso de situaciones como para aumentar su contundencia no fue la misma y cuando no había nada más por delante que esperar el pitazo final, Valentín Burgoa se dio el gusto de festejar el descuento.
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