Un golazo sobre la hora dejó a River con las manos vacías una semana antes del clásico

Argentinos se hizo fuerte y cuando el empate parecía estar sellado, se quedó con todo en el Monumental

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En momentos que River lamentaba el empate sin goles, que pudo haber quebrado en el tramo inicial de la etapa complementaria, cuando el ingreso de Santos Borré pareció darle la profundidad que no había tenido antes, Gabriel Florentín clavó un golazo y dejó con las manos vacías a los Millonarios, justo en la previa del clásico. Para Argentinos fue un desahogo. No ganaba en el Monumental desde hacía 11 años.

River llegó a este último capítulo de la cuarta fecha como flamante campeón de la Supercopa Argentina, y con el propósito de llegar al superclásico estirando su mini racha en la Copa de la Liga, que incluyó los triunfos ante Central y Platense, los que le permitieron recuperarse de la caída con Estudiantes.

Los festejos por el título número 12 del ciclo de Marcelo Gallardo se extendieron hasta la madrugada del viernes y el plantel recién volvió el sábado a los entrenamientos luego de un día de descanso, motivo por el cual hubo que esperar hasta que anoche para confirmar las ausencias de Fabrizio Angileri, quien abandonó la concentración por un tema personal que involucró a su padre, y a Rafael Santos Borré, que llegó con lo justo a la final contra la Academia.

El goleador cuyos días en el club de Nuñez parecen contados, jugó con mucho dolor en Santiago del Estero y luego de abrir el marcador con un gran cabezazo aguantó hasta los 22 minutos del segundo tiempo cuando fue reemplazado por Julián Álvarez. Argentinos tuvo una larga semana de preparación antes de movilizarse hasta el Monumental ya que su último partido había sido el viernes 26 de febrero, cuando cayó como local ante Vélez y sumó la tercera derrota seguida ya que previamente había perdido con Platense y Central. Esto fue aprovechado por Gabriel Milito para trabajar sobre una formación con dos cambios obligados (Sandoval y Vera).

Con este marco, el juego veloz de River, aprovechando las condiciones de su nuevo campo de juego, le facilitó un predominio que en el primer ataque a fondo dejó a Casco en posición favorable, aunque su remate final impactó en el travesaño. Pero enseguida se hizo evidente que Argentinos llegó con un plan que se afirmaba en reforzar la estructura defensiva, presionar en el medio y buscar al paraguayo Gabriel Ávalos. A través de Hauche, antes de completarse el primer cuarto de hora puso en apuros a Franco Armani, y repitió, con el mismo protagonista, en el cierre del primer tiempo.

Sin espacios, River no encontró el modo de romper la paridad, ni siquiera cuando Enzo Pérez y Carrascal limpiaron la zona a partir de la gambeta. Tan complicada estaba la noche que Gallardo incluyó a Borré, Palavecino y Maidana para que la etapa complementaria tuviera un giro. Y lo tuvo, porque en el primer cuarto de hora Álvarez se perdió un gol debajo del arco, el árbitro ignoró un penal a Borré y el propio colombiano, de cabeza, reventó el palo. Lamentaba el empate River, que no podía imponer condiciones ante el Bicho que defendió con uñas y dientes y sobre la hora, cuando el empate parecía sellado, clavó el 1-0 con un golazo de Florentín.

 

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