El Gobierno pagará un bono de $6.500 a trabajadores de la salud durante 3 meses
Edición Impresa | 20 de Abril de 2021 | 04:02

Varios días después de hablar de un “relajamiento en el sector de salud” -aunque luego aseguró que le interpretaron mal sus palabras -el presidente Alberto Fernández dispuso ayer el pago de un bono mensual de $6.500 por tres meses -sería desde el mes próximo- para 740.000 trabajadores de la salud, a quienes agradeció el “enorme esfuerzo” realizado durante la pandemia de coronavirus, en un acto en el que anunció además que el Gobierno invertirá 10.155 millones pesos para ampliar con obras y camas la Red de Emergencia Sanitaria Federal del país.
Fernández encabezó ayer un acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, donde en esta oportunidad resaltó “el valor del trabajo” realizado por el personal de salud desde la llegada del coronavirus y confirmó la ampliación de la red federal, que permitirá poner en marcha 134 nuevas obras e incorporar 1.415 camas.
“Hemos incluido a 100.000 trabajadores más que el año pasado. Serán en total 740.000 personas”, resaltó Fernández durante la ceremonia en la que el Gobierno adelantó que, con las nuevas obras, se estará materializando un total de 262 ampliaciones y remodelaciones.
Defendió, mientras, las medidas adoptadas la última semana para mitigar la expansión del coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires, pidió no hacer “política con la pandemia” y sostuvo que si bien las decisiones pueden ser “antipáticas”, no es momento para ser “simpático” con el “electorado”.
Nuevas críticas a CABA
En ese marco, reiteró que su “única preocupación” es “cuidar la salud de los argentinos” y sostuvo que cada una de esas medidas son “decisiones de política sanitaria avaladas por datos de la autoridad sanitaria” y “no escuchando a los políticos ni leyendo encuestas”.
En el acto, el Jefe de Estado recibió apoyo de gobernadores a las restricciones dispuestas por el Gobierno Federal para moderar la “segunda ola” de casos de Covid-19.
Fernández hizo alusión a la judicialización por parte de la Ciudad de Buenos Aries del Decreto de Necesidad y Urgencia presidencial que dispone la suspensión de las clases presenciales como una de las medidas para mitigar la expansión del coronavirus en el marco de la segunda ola de la enfermedad y, en ese sentido, pidió no hacer política con la pandemia ya que no es momento de “serle simpático al electorado”.
Respecto a los planteos judiciales realizados por el Gobierno porteño por las clases presenciales, señaló que es “importante que los maestros estén vacunados” y subrayó un crítica indirecta al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, que la jurisdicción porteña se encuentra en anteúltimo puesto en la materia, con sólo 14 mil dosis aplicadas.
Respaldo de gobernadores
Tanto él como los gobernadores que lo precedieron en el discurso señalaron la importancia de aplicar medidas para contener el crecimiento de los casos en el AMBA que, tal como ya se demostró durante la primera ola del año pasado, es un área que funciona primero como epicentro y luego como difusora de la enfermedad hacia las restantes jurisdicciones.
“Entendamos que el virus no conoce la General Paz”, señaló Fernández respecto de la dinámica epidemiológica comprobada.
Con motivo del repaso de obras públicas realizadas durante la pandemia para expandir la atención médica y poner en foco aquellas que actualmente se llevan a cabo, el acto sirvió para escuchar las palabras de cinco gobernadores provinciales que, con diversos matices, brindaron apoyo a las decisiones de la Casa Rosada. El más vehemente fue el bonaerense, Axel Kicillof (ver aparte).
El gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, quien no sólo pidió que “no se judicialicen” las acciones para controlar la pandemia sino que fue más allá: “Nos llama la atención que se resuelva judicialmente con un fallo a medida de las autoridades locales”, dijo en clara alusión a la Ciudad de Buenos Aires.
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