Numerosas calles de la Ciudad destruidas ya son un enorme peligro para el tránsito
Edición Impresa | 23 de Agosto de 2021 | 04:09

El estado de las calles en la mayoría de los barrios de la Ciudad enciende las alarmas. Genera riesgo vial, destrucción de los vehículos, y reclamos constantes para que se reparen las cintas asfálticas, el pavimento que ya no está tan fortalecido y también aquellas que tienen apenas un poco de mejorado. La esquina de 2 y 69 lleva meses en un estado calamitoso, que produce numerosos inconvenientes a los conductores de todos los rodados: autos, camionetas, motos y bicicletas.
Los días de lluvia se torna aún más peligroso el cruce que está a una cuadra del hospital San Martín, zona que tiene intenso tránsito todas las jornadas, fundamentalmente de lunes a viernes.
El pavimento está claramente destruido y los días de lluvia y posteriores, como se forma una laguna se pierde la dimensión del pozo, motivo por el que muchos rodados terminaron en los talleres mecánicos por la destrucción que genera ese profundo y peligroso bache.
También han ocurrido accidentes ya que, desesperados, ,los conductores que no perciben el peligro se dan cuenta a centímetros del cráter y tratan de hacer maniobras bruscas para evitar caer en la trampa.
“Ya se han hecho numerosos reclamos por este pozo, pero hasta el momento nadie ha escuchado por parte de la Municipalidad para solucionarlo”, dijo uno de los vecinos de la zona, cansado de llamar al 147, que le digan que ya van a solucionar el problema y nunca aparece la obra necesaria para llevar a cabo la reparación.
Los problemas con el estado de las calles tienen numerosos ejemplos en la Ciudad: en 67 entre 10 y 11 hay otro pozo profundo, sumamente peligroso, principalmente porque no hay modo de esquivarlo si hay coches estacionados de ambos lados en esta calle.
Habitualmente se escuchan los estruendos que generan los vehículos cuando caen en la trampa en la que se ha transformado ese bache profundo, donde el pavimento crujió hace varios meses y no tuvo reparación, ni siquiera con un parche de brea o asfalto, según remarcan los vecinos de la zona.
EMPEDRADO EN TERAPIA INTENSIVA
También hay zonas con adoquines que son un tembladeral: por ejemplo, el corredor de 66 de 12 a 1, donde donde en ambos lados de la rambla hay piezas faltantes, otras flojas y en otros casos hay tanta distancia entre una y otra que entra una cubierta completa, generando enorme riesgo para los conductores que se atreven a circular por el lugar.
En la esquina de calle 4, siempre sobre la 66, el problema es mayúsculo, según remarcan en el barrio. Y cuando llueve la laguna que se forma es enorme.
“Se han realizado numerosos reclamos, pero hasta ahora todos cayeron en saco roto. Jamás hicieron un trabajo de recuperación, mantenimiento o algo que se le parezca”, indicó un frentista que habló con este medio.
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