River, fiel a su estilo, construyó una goleada clave que lo deja muy cerca de los punteros

River, después de un primer tiempo donde no la pasó nada bien, hilvanó anoche una victoria contundente por 4-1 sobre Newell´s, en el Coloso Marcelo Bielsa, que lo coloca a solo dos unidades de los líderes del torneo, Lanús y Talleres. Fiel a su estilo, el equipo de Gallardo recompuso su imagen después del empate del local, y con un fútbol de alto vuelo, destrozó las ilusiones de un conjunto “rojinegro”, que no le aguantó el ritmo al Millonario, sobre todo, después de los 20 minutos de la segunda mitad.

River empezó con el pie derecho. Si bien Newell´s intentó manejar la pelota desde el arranque, la visita pegó primero. Y fue a los 5. Julián Alvarez controla el balón, hace una pausa, y en cortada asiste a De la Cruz, que con un remate cruzado, deja sin chances a Alan Aguerre.

Newell´s, a pesar de quedar en desventaja en los primeros minutos, mantuvo su libreto. Presión alta, recuperación y salida rápida. Nicolás Castro fue inteligente para robar la pelota; Pablo Pérez se mostró dinámico; Compagnucci, sorprendiendo siempre con sus proyecciones. Y Nacho Scocco, con la habitual dosis de peligrosidad para lastimar.

A los 10, Newell´s avisó con una subida por derecha justamente de Compagnucci, y cuyo disparo se fue apenas desviado.

Sin embargo, River, con un 4--3-2, fue más picante de tres cuartos de cancha. Con Brian Romero bien metido entre los centrales; con el colombiano Carrascal suelto y con Julián Alvarez movedizo al momento de encontrar espacios.

Con este triunfo, el Millonario alcanzó los 21 puntos y se ubicó a solo dos de Lanús y Talleres

A los 16, subida por izquierda de Angileri, el centro por bajo, la defensa que despeja en forma defectuosa, y en el rebote, Carracas se la llevó por delante, y casi termina dentro del arco de Newell´s.

El partido fue siempre dinámico. Y dentro de ese contexto, Newell´s fue el que mejor trabajó, sobre todo, a partir de los 20. Porque creció el trabajo de Julián Fernández. Porque Pablo Pérez le ganó la pulseada en el medio a Enzo Pérez y porque estuvo atento a cada error de River en las entregas. Y así fue que a los 35, Newell´s encuentra el empate. River hizo mal un saque de costado, que fue bien aprovechado por los volantes de local. Apertura para Nacho Scocco (gol 84 con la camiseta de la Lepra), el delantero se acomodó y desde afuera del área sacó un disparo esquina, que dejó clavado a Franco Armani. Y sobre el final del primer tiempo, el Sicario Rojas desperdició dos jugadas muy claras para desnivelar, pero esta vez, Alan Aguerre las desactivó.

River empezó en medio del desconcierto colectivo. Porque de entrada, nomás, Scocco definió sin fuerza ante la salida de Armani, tras una pérdida de pelota en la mitad de la cancha. Y el recién ingresado, Cacciabue, tuvo su chance, con un disparo cerca del palo derecho.

De a poco, River se fue acomodando mejor en el terreno de juego. A pesar de las dificultades que tuvo en la contención, se mostró dispuesto a jugarse todas sus fichas para ganar. Sin embargo, en el mejor momento de Newell´s, River encontró la segunda emoción de la noche. Fabrizio Angileri intentó un remate de zurda, y sin proponérselo, habilitó a Julián Alvarez que definió con un zurdazo alto.

La propuesta de Newell´s fue siempre la misma. Mientras apostaba al toque corto y a las subidas de sus laterales, River se encargó de fabricar los espacios para lastimar.

Los cambios que introdujo Gallardo le vinieron bien al equipo. Los ingresos de Rollheiser y Santiago Simón le dieron frescura al ataque. Y le generaron un verdadero dolor de cabeza a los defensores “rojinegros”. Luego de los 20, River mostró su mejor versión. Fue el River que todos conocen. Porque no sólo logró dar vuelta un partido que se le complicó más de la cuenta, sino que la tercera conquista (a los 26) llegó después de una gran jugada colectiva, con toques precisos, que terminó con una obra de arte del colombiano Carrascal. Golazoooo. Y la cuarta, con otra aparición de Julián Alvarez.