Cézanne se luce en Londres: su viraje desde lo oscuro al estilo refinado

La Tate Modern presenta una muestra única en una generación de óleos, acuarelas y dibujos del padre de la pintura moderna, una figura fundamental que dio licencia a generaciones de artistas para romper las reglas

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LONDRES

Por CLAUDIA SACREST

EFE

Los primeros cuadros del francés Paul Cézanne (1839-1906) se revolvían en la violencia, escenas macabras y tonos oscuros, toda una osadía que él mismo llamaba “manière couillarde” -en referencia a los testículos y a “echarle huevos”-, pero con los años viró hacia un estilo más refinado y una paleta más colorida.

“The EY Exhibition: Cézanne” reúne hasta marzo de 2023 en la londinense Tate Modern 80 obras de colecciones de todo el mundo, incluyendo acuarelas y dibujos, con el objetivo de adentrarse en la evolución del artista y su proceso creativo desde que se mudó a París en 1861, animado por el escritor Émile Zola, su amigo de infancia y compañero de escuela en Aix-en-Provence, en el sur de Francia.

Así, empieza la llamada “época barroca” de Cézanne y los primeros lienzos como una brutal escena de un asesinato, de 1870 cargados de “gran creatividad y fuerza masculina” que, según define la curadora de la exposición, Natalia Sidlina, plasman una “violencia malhumorada” y un “estilo atrevido”.

Paul Cézanne - Retrato del artista con fondo rosa 1875. París, Museo de Orsay, donación de Philippe Meyer, 2000 / (C) RMN-Grand Palais

“Luego vemos que su estilo cambia gradualmente y se vuelve más ligero, la paleta se vuelve más colorida y la composición más estudiada”, apunta Sidlina, que estuvo cinco años trabajando en la muestra y seleccionando obras y localizando herramientas del pintor para incluirlas en la muestra, como sus paletas de pintura al óleo y acuarelas.

APRENDER DE LOS IMPRESIONISTAS

Aprender de los impresionistas de la década de 1870 y del contacto con otros compañeros artistas, especialmente Camille Pissarro (1830-1903), explica en parte este camino hacia un estilo más refinado e incluso decantarse más por la pintura rápida al aire libre, reivindicando los paisajes de su tierra natal, como la montaña Sainte-Victoire.

“A finales de la década de 1870 y principios de los 80, desarrolla su pincelada muy meditada, la pincelada constructiva por la que es tan famoso”, relata la curadora de arte internacional de la Tate Modern, en referencia al trazo meticuloso que ayudaba a definir contornos y formas geométricas sin necesidad de usar líneas oscuras.

En esta ocasión, en el Tate han optado por no acentuar el apellido del pintor, “escuchando los deseos” de su bisnieto, Phillipe Cézanne, que ha colaborado en la exposición poniendo voz en las audio guías.

Paul Cézanne - Sous-Bois 1894. Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, Fondo de la Fundación Wallis en memoria de Hal B. Wallis / Web

“Al llegar a París y hacerse famoso, la prensa empezó a poner el acento en su apellido, porque así lo hacía parisino. Él siempre se consideró de provincias y nunca escribió su apellido con el acento, ya que el nombre de familia original no lo lleva”, remarca Sidlina.

La exposición cuenta con ejemplos clave de sus icónicas naturalezas muertas, paisajes provenzales, retratos y escenas de bañistas, incluidas más de 20 obras nunca antes vistas en el Reino Unido, como el paisaje del “Mont Saint-Victoire” (1904) que ha prestado el Museo de Filadelfia, o el bodegón de manzanas “A Basket of Apples” (1900), del Instituto de Arte de Chicago.

Asimismo, también se estrena ante el público británico el aclamado bodegón de frutas “Still Life with Fruit Dish” (1880) del Museo de Arte Moderno de Nueva York, obra que en su día fue propiedad del pintor Paul Gauguin y, como si de un pionero “crossover” se tratase, Gauguin la reprodujo en el fondo de una de sus obras (“Woman in Front of a Still Life by Cézanne”, 1890).

Paul Cézanne - Sous-Bois 1894. Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, Fondo de la Fundación Wallis en memoria de Hal B. Wallis / Web

DESARROLLO ARTÍSTICO

La muestra rastrea el desarrollo artístico de Cézanne desde las primeras pinturas realizadas cuando tenía 20 años, como el sorprendente retrato Scipio (1866-8, Museo de Arte de San Pablo) hasta las obras completadas en los últimos meses de su vida como Seated Man (1905-6, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid).

Lo más destacado incluye una sala de pinturas sobresalientes que representan la montaña de piedra caliza Sainte-Victoire, trazando la evolución dramática de su estilo a través de este motivo único. Otra galería reúne a varios ejemplos magníficos de las pinturas de bañistas de Cézanne, un tema de toda la vida para el artista, incluyendo Bañistas (1894-1905, de la Galería Nacional), una de sus pinturas más grandes y célebres creada en la etapa final de su carrera.

Paul Cezanne - Bañistas (1874-1875). Museo de arte Metropolitano

 

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