Hacía falta un partido así

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Por EDUARDO TUCCI

deportes@eldia.com

La impecable tarea argentina, con momentos de muy alto nivel, tuvo en sus cimientos una tarea de conjunto notable, individualidades lujosas y un gran conductor: Lio Messi. Así ahogó a un rival sin brújula que la sacó barata y no tuvo en Lewandowski la herramienta deseada.

En la previa se habló mucho de lo que seria el gran choque de estrellas del Mundial, la primera vez que se enfrentaban a nivel de selecciones en un duelo de alta gama que venía precedido por la polémica desde que el mejor del mundo le arrebató al polaco el Balón de Oro en 2021. Messi y Lewandowski frente a frente era una de las ofertas saludables que ofrecía este decisivo Argentina-Polonia pero el polaco faltó a la cita.

Y si bien comparar al capitán argentino resulta un absurdo el cruce de los dos colosos en este choque con envergadura de finalísima valía la pena.

El rosarino dejó bien en claro durante el juego que calibre de calidad calza cada uno.

Lionel Messi tuvo una notable participación en el juego colectivo de Argentina ya desde el primer tiempo cuando la escuadra nacional pasó por arriba a los polacos.

De no ser por la estupenda tarea del arquero Szczesny, la Argentina debió irse al descanso en ventaja. Muy enchufados los de Scaloni arrinconaron al rival contra su propio arco y poco a poco el partido pasó a ser sólo de la albiceleste.

Hubo un penal –generado y encarado por Messi--, que el arquero del apellido difícil saco afuera, una muy clara de Julián Alvarez y hasta casi un gol olímpico en un tiro de esquina ejecutado por el Fideo Di María entre otras tantas opciones.

Argentina mostró la mejor cara desde que está en Qatar y Lio volvió a manejar todos los movimientos con lo que ello significa. La bronca por el cero con que se clausuró la etapa inicial se transformó en euforia ni bien comenzó a rodar la pelota en la segunda mitad por obra y gol de un notable Mac Allister.

Claro que detrás de cada estocada argentina sobresalía el manejo impecable de la Pulga que otra vez condujo desde la torre de control un equipo sin fisuras mientras Lewnadowski no terminaba de carretear. Con labores individuales notables como las de Di María, Enzo Fernández, Mac Allister y Julián Alvarez, que en otra pincelada de talento elevó a dos la cuenta favorable a los de Scaloni, la Selección argentina dejó en claro que el sueño sigue intacto.

Polonia terminó refugiándose en el fondo tratando por todos los medios de evitar que Argentina aumentara el marcador y empiece a correr riesgo la clasificación, que luego terminó perdiendo por diferencia de gol.

Nada falló esta vez y los sucesivos cambios ordenados desde el banco resultaron todos positivos.

La Selección necesitaba una actuación como esta que nos retrotraiga a aquella racha de los 36 partidos invictos y a la obtención de la Copa América. Fue una prueba de carácter que incluyó actitudes totalmente opuestas como las observadas contra Arabia Saudita cuando la escuadra nacional perdió la cabeza en sus formas con los resultados conocidos.

En definitiva, terminó siendo el partido deseado para encarar con todas las fuerzas la recta final que conduce al premio mayor.

 

Qatar2022

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