Las trabas para importar afectan a la industria del alimento animal

En una carta enviada a sus socios, la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal -CAENA- advirtió sobre dificultades para la producción del sector debido a las trabas impuestas a las importaciones, que complicarían el ingreso al país de insumos elaborados en otras regiones y que son necesarios para la manufactura de alimentos, tanto destinados al ganado como a las mascotas. Este diario consultó a veterinarias y a representantes locales de la actividad agropecuaria y coincidieron en que se están produciendo “algunas faltantes” dentro de determinadas marcas y que eso hace que haya menos variedad de productos.

El planteo de la cámara apunta a las consecuencias que comienza a tener la industria de la alimentación para la producción de carnes de vaca, cerdo y pollo y para las mascotas a partir de faltantes de algunos ingredientes que no se producen en el país y se importan.

Según explicó la entidad en la carta, en octubre de este año se implementó el nuevo sistema de importaciones SIRA y el sector no obtuvo aprobaciones de sus pedidos para importar y girar divisas al exterior. “La imposibilidad de importar microingredientes como consecuencia de la no aprobación y observación de dichas licencias, así como los extendidos plazos otorgados para el giro de divisas al exterior, comenzaron a generar quiebres de stocks y desabastecimiento en la industria”, se puntualizó en la comunicación a los socios de la cámara.

Presidente de la Sociedad Rural de La Plata, Hernán Silva subrayó que “la imposibilidad de importar micronutrientes como minerales y vitaminas está condicionando la producción y eso afecta el normal abastecimiento y sanidad de la industria ganadera, porcina y avícola de huevos y pollos, a lo que hay que sumarle la caída en la oferta de granos por la sequía”. Añadió el titular de la entidad que todas esas cuestiones “tornan el panorama productivo bastante complejo, sobre todo para las producciones intensivas”.

De las moliendas se extrae, además de la harina, el afrechillo de trigo, que se utiliza solo o combinado con algún otro grano, para nutrir a la hacienda; también es parte de algunos productos balanceados, que se componen con un agregado vitamínico. “Con ese núcleo vitamínico es con lo que está habiendo problemas -precisó Alejandro Campodónico, empresario molinero local-. A su vez, se le suma la sequía y por la falta de pastura se demanda más ese tipo de alimentación, y se le agrega la guerra entre Rusia y Ucrania, que antes del conflicto eran los principales productores de trigo en el mundo. Todo eso hizo que aumenten mucho los precios”.

Por su parte, Luis Besteiro, al frente de la Asociación de Productores Avícolas del Sur- APASUR-, explicó que la mayoría de los integrantes del sector fabrica el alimento con el que luego mantienen la cría y que en ese caso “el balanceado tiene como componentes cereales, maíz, soja, girasol, y también vitaminas minerales y aminoácidos, estos últimos son importados”.

Según remarcó el dirigente, “hasta ahora no hay faltante de esos insumos”. Aunque aclaró: “sin embargo sabemos que hay problemas, ya que los stocks operativos de quienes nos proveen están cerca de cero”.

Alimento para mascotas

Habría, asimismo, algunas complicaciones para conseguir variedad de productos destinados a los animales domésticos como perros y gatos, según indicaron profesionales veterinarios.

Diego, dueño de una veterinaria con especialidad felina y local en el barrio Meridiano V, afirmó que una de las principales marcas de alimento para gatos “siempre hay alguna faltante, pero por el momento se están pudiendo reemplazar por otras marcas”.