Una batería de planteos para frenar el reinicio del juicio a Alejo Alonso

Sus abogados insistirán con el recurso de extinción de la acción, pendiente en la Suprema Corte. Además interpondrían nulidades

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La muerte de Gaspar Argentino Ayala (40), ocurrida a fines de 1999 tras una discusión de tránsito en City Bell, en la que habría participado Alejo Alonso, el acusado, aún sigue sin definiciones en el plano judicial.

Si bien existe una orden del Tribunal de Casación Penal bonaerense para que el TOC I de La Plata dicte otro pronunciamiento, con una nueva integración (el anterior fallo fue absolutorio por mayoría), la defensa tiene previsto usar hoy una batería de planteos para frenar el reinicio del debate.

Como se recordará, el martes pasado el proceso entró en un cuarto intermedio por la excusación de una de las juezas, Cecilia Sanucci, ya que su padre, que fue magistrado, intervino en esta causa en una instancia anterior.

Por esta situación, se dispuso que el juez Claudio Bernard entre en su reemplazo y se le corrió traslado a los abogados de Alonso por 48 horas.

Precisamente, vencido ese plazo, los letrados volverían al ruedo con una serie de peticiones, que podría poner otra pausa aún mayor en este caso, que lleva más de 22 años de indefinición. Una verdadera daga para la Justicia.

De acuerdo a lo que pudo saber este diario, entre los argumentos de la defensa está el planteo aún pendiente de resolución en la Suprema Corte bonaerense sobre la extinción de la acción por el paso del tiempo. Es el llamado instituto de la prescripción. Insistirán con él.

Igualmente, siempre a decir de los voceros consultados, habría otros requerimientos de los representantes del imputado, que merecerían que el Tribunal sesione puertas adentro para determinar cuáles son los pasos a seguir.

Al parecer, entre los pedidos habría una cuestión de nulidad, que podría hacer tambalear el juicio.

La muerte de Gaspar Argentino Ayala ocurrió el 25 de diciembre de 1999 cuando fue golpeado en forma “demoledora y devastadora”, tras un conflicto vial suscitado en las calles 13 y 21A.

Los forenses concluyeron que el autor “tendría que ser un karateca o alguien especializado en el arte de golpear”.

Si bien Ayala llegó a su domicilio luego de esa gresca, murió cuando estaba recostado sobre una cama.

En un preciso y extenso alegato, la fiscal Langone, acusó a Alonso, citando uno a uno los testigos que lo ubicaron en la escena de los hechos, con las apreciaciones de cada uno de ellos, algunos también víctimas de los golpes.

UN ANTECEDENTE CRIMINAL

Alejo Alonso purgó condena de 14 años de prisión por el recordado crimen del repartidor de pizzas, Adrián Santana, que fue ejecutado de varios disparos en la esquina de las calles 12 y 38, en la noche del 23 de octubre del año 2000. En un primer momento se especuló con que pudo atropellarlo un auto que escapó, pero los vecinos contaban a quien quisiera oírlos que ellos habían escuchado varias explosiones, como disparos. Los forenses les dieron la razón: Santana recibió seis balazos, cinco de los cuales ingresaron en la axila, en la espalda y en uno de los glúteos, y otro en el tórax. Este último fue el letal.

 

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