“Diario de olvidos”: si pudieras elegir un recuerdo antes de morir, ¿cuál sería?

Este interrogante atraviesa la obra inspirada en un cuento de Silvina Ocampo que llega por primera vez a la Ciudad

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Si tuvieras que elegir un recuerdo de tu vida en el que permanecerás la eternidad, ¿cuál sería? Sobre esta inquietud, que atormenta a un personaje que no posee recuerdos y que vive inventando el porvenir, se posa “Diario del olvidos”, una coproducción entre El Baldío Teatro (El Palomar) y Teatro del Bardo (Paraná) que llega por primera vez a la Ciudad.

Valeria Folini y Laura Torres tomaron el cuento “Autobiografía de Irene” de Silvina Ocampo para crear la dramaturgia de este unipersonal que, protagonizado por Laura y dirigido por Valeria, se presentará este sábado desde las 21 en El Medio Aljibe, 11 entre 66 y 67. Las entradas se pueden reservar en el teatro.

Este “cuento contaminado con lo autobiográfico o autobiografía contaminada con un cuento”, presenta las ensoñaciones de Laura, una persona que no posee recuerdos. Su memoria está constituida por los sucesos futuros que ella predice: Laura no cuenta su vida, ya que no consigue recordarla, sino que relata sus olvidos y las premoniciones de su pasado, y en ese mecanismo, no logra dilucidar qué voces la habitan, dado que no logra reconocer la suya propia.

Fue precisamente ese mecanismo de avance y retroceso, lo que incentivó a las autoras a trabajar con el texto de Ocampo, en tanto, según cuenta Laura Torres en diálogo con EL DIA, “nos abría preguntas sobre qué recuerdos son los que olvidamos y también qué otras líneas de relato podíamos cruzar en la dramaturgia”; una dramaturgia a la que le sumaron “otros materiales, tanto propios como de la literatura y el cine”, hasta llegar al eje que atraviesa su creación: “La idea de qué pasaría si tuviéramos que elegir un único recuerdo antes de morir, ¿cómo haría esa elección un personaje sin recuerdos?”.

En este sentido, Torres refiere que el juego que propone “Diarios del olvido” a los espectadores “es desnudar esos vaivenes de la memoria y, también, una invitación a revisar la propia”, una tarea que llevará a repensar en cómo se construye, a partir de los recuerdos, la identidad o las identidades.

“La memoria le da cuerpo a nuestro presente”, remarca la intérprete sobre una propuesta que impulsa al público a formar “parte de ese viaje por el último acto de la vida de la protagonista”.

Como actriz, su gran desafío a la hora de abordar el unipersonal fue descifrar cómo convencer a los espectadores a “quedarse hasta el final”, a “cómo hacerlos parte” de una historia que la llevó a desdoblarse en el escenario pensando en “cómo encarnar distintas voces, y cómo poner en cuerpo esas voces que son otras pero también las mías”, resalta.

Felices de poder traer por primera vez a su criatura a La Plata, donde se sienten contenidas y abrazadas por un núcleo de colegas que las hacen sentir como en su propia casa, Laura admite que pasear su unipersonal por diferentes escenarios y públicos desde su estreno en 2017 “hace que encontremos nuevas cosas, pequeños detalles que van engrosando su textura”. Una obra que fue creciendo a lo largo de los años y que, en este momento, vive “un recomenzar” tras los años de pandemia en los que permaneció en stand by esperando “el impulso para volver a ponerla en acción”; una acción que, afortunadamente, llegó.

Con diseño y construcción de objetos de Gabriel Conti, diseño de luces de Walter Arosteguy y vestuario de Laly Mainardi y Sastrería Municipal, las entradas para la función de “Diario de olvidos” se pueden reservar en El Medio Aljibe.

 

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