Inflación, institucionalidad y las tensiones por el posicionamiento de candidatos en la oposición
Edición Impresa | 17 de Julio de 2022 | 02:28

Elisa Carrió reapareció manifestando toda su preocupación por la estabilidad institucional y hasta llegó a decir “esto se agravó cuando Cristina voltea a Alberto, que no es más Presidente”, al hacer referencia a la crisis financiera. En Juntos por el Cambio han optado por la mesura y en intentar no abrir las heridas provocadas por la interna sin fin del oficialismo.
La mayor parte de la coalición opositora es consciente de la debilidad en la que se encuentra el Ejecutivo y de que una eventual espiralización de la inflación podría condicionar “la institucionalidad del país”. En verdad, ese escenario temerario sigue estando presente en conversaciones de mesas políticas.
La mesa nacional de JxC tiene programado reunirse a mediados de esta semana. Intentarán dejar atrás las tensiones existentes entre el radicalismo y el PRO por los posicionamientos rumbo a 2023 y dar un mensaje contundente sobre la necesidad que el Gobierno se cohesione bajo un plan que lo aleje de “recetas populistas” que no tengan en cuenta, por caso, los efectos inflacionarios de una emisión de monetaria descontrolada.
Sigue siendo motivo de debate el rol de Mauricio Macri. Para algunos dirigentes el ex presidente espera el devenir de la crisis y los números que le puedan arrojar las encuestas en el primer trimestre de 2023 para, así, decidir una eventual candidatura presidencial. “Él alienta a que haya tres candidatos del espacio fuertes para competir en una primaria. Pero si no llegaran a medir bien ahí podría pensar en una candidatura”, confió en la semana una espada del PRO, hoy con obligaciones legislativas, que supo acompañar al ex Presidente desde su irrupción en la política en 2003.
Aparentemente tanto en el PRO como en el radicalismo habría dos o más precandidatos a Presidente. Pero los dirigentes coinciden que a las Paso cada uno debe llevar un candidato y todavía no se ha conversado cuál será el sistema para que cada partido resuelva.
Mientras, el radical Gerardo Morales se adentró en Lomas de Zamora en lo que pareció una “visita de campaña” -su equipo de comunicación la denominó una excursión “a un enclave kirchnerista del Conurbano”- en donde se reunió con empresarios y comerciantes. Aprovechó la ocasión para cuestionar la audiencia que el Presidente concedió ese mismo martes a dirigentes sociales, como a un ladero de Milagro Sala en la Tupac, al que no dudó en calificar como “delincuente”.
El otro precandidato fuerte que promueve la UCR, Facundo Manes, sigue de recorrida por el interior: protagonizó sendos actos en las provincias de Chaco y Formosa. Pero entre los colaboradores del neurólogo hay quienes piensan en robustecer ese armado de “centro-popular” que intentará ganar la interna de JxC. Por ello, asoman diálogos con dirigentes peronistas y de otras fuerzas. Todo está por verse en una Argentina sumida en una grave crisis que tendrá consecuencias sociales inevitables. Y que forzará al próximo gobierno cualquiera sea su signo a buscar apoyos amplios y que requiriera de quienes resulten oposición una actitud de alta responsabilidad. Hay demasiadas cosas en juego para volver a prometer paraísos a la vuelta de la esquina o acusar de todos los males a las fuerzas que no resultaran triunfadoras en las próximas elecciones.
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