Advierten desde la ONU sobre la posibilidad de una aniquilación nuclear

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El inicio en las Naciones Unidas de un ciclo de conversaciones destinado a analizar y promover el desarme nuclear se vio anteayer condicionado por la dramática advertencia del secretario general de la ONU, al alertar que “hoy, la humanidad está a un sólo malentendido, o un error de cálculo, de la aniquilación nuclear”.

Al abrirse la décima conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (TNP), nadie disimuló el crítico contexto que plantea en la actualidad la guerra en Ucrania y las alusiones de Rusia a su capacidad atómica para disuadir a cualquier país que se plantee intervenir en ese conflicto. Esa realidad, se dijo, ha vuelto a encender el debate sobre las armas nucleares y sobre el futuro de toda la arquitectura internacional creada para mantenerlas a raya.

Tal como se informó, la reunión, que continuará hasta el próximo 26 de agosto, es la primera de este tipo en siete años debido a retrasos por la pandemia de Covid-19, y es vista por muchos analistas como un foro clave para volver a impulsar el desarme en un momento especialmente complicado.

Según la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), la invasión rusa ha creado mayor división y ha aumentado las probabilidades de que proliferen las armas de este tipo y de que puedan llegar a usarse.

Al mismo tiempo, las cinco potencias nucleares oficiales bajo el TNP (EE UU, China, Francia, Rusia y China) “están violando sus obligaciones de desarme” y “aumentando el riesgo de una catastrófica guerra nuclear”, avisó la directora ejecutiva de esta organización que en 2017 recibió el premio Nobel de la Paz.

En las próximas semanas, los países firmantes del TNP -que son la mayoría del mundo- discutirán las posibilidades de reforzar la aplicación de este tratado que tiene como fin principal frenar la expansión de las armas nucleares.

Si bien cuando se gestó el Tratado de No Proliferación la Argentina participó y votó a favor de su adopción, en 2018 no lo firmó. Nuestro país había alegado siempre que el TNP podía convertirse en un obstáculo para el desarrollo nuclear con fines pacíficos para las partes adherentes.

Más allá de estas situaciones complejas, pocas dudas quedan acerca de la necesidad de que todos los países analicen ahora y busquen acordar condiciones que impidan una conflagración nuclear, de alcances seguramente calamitosos.

En el primer encuentro sostenido en la ONU, la representación de Japón –país que fue escenario de dos ataques atómicos estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial- consideró que no pueden tolerarse amenazas de utilizar armamento nuclear, como las hechas por Moscú durante su invasión a Ucrania, y pidió reforzar el TNP para garantizar que no se vuelva a usar la bomba atómica.

“La humanidad corre el peligro de olvidar las lecciones forjadas en las aterradoras llamas de Hiroshima y Nagasaki”, señalaron, en tanto que el secretario de la ONU insistió en la necesidad de cambios: “Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora, pero la suerte no es una estrategia. Tampoco es un escudo contra las tensiones geopolíticas que desembocan en un conflicto nuclear”, dijo.

Está claro que las advertencias formuladas en estas horas desde la ONU debieran preocupar a todos.

Países como el nuestro que, afortunadamente, y es de esperar que por siempre, no se plantean alternativas bélicas, debieran aportar su postura por un desarme controlado, que apunte a garantizar la igualdad entre los estados y la vigencia de una paz efectiva, basada en el reconocimiento de derechos y en el cumplimiento de las leyes y tratados internacionales.

 

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