Apretón de manos: cuán higiénico es este saludo tan popular

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Tras un largo periodo de gestualidades distantes y saludos con el codo durante más de dos años de pandemia, lentamente se va imponiendo de nuevo el apretón de manos en nuestra vida cotidiana. Pero: ¿hasta qué punto es antihigiénico este ritual de saludo?

Actualmente son muchas las preguntas que subsisten. ¿Qué me aporta esta forma de saludo, además de un ‘hola’ amigable? ¿Debe preocuparnos la posibilidad de contagiarnos por esa vía de coronavirus u otro tipo de afección?

El especialista Peter Walger, de la Sociedad Alemana para la Higiene Hospitalaria (DGKH, por sus siglas en alemán), brinda algunas respuestas durante una entrevista.

Pero, ¿En qué medida entraña un riesgo un apretón de manos?

Según Walger, “solamente a través de las manos no nos infectamos con coronavirus ni con otros agentes patógenos de las vías respiratorias. Sin embargo, al estrecharse las manos, estas pueden ensuciarse con secreciones que sí contienen virus”.

Además, el especialista dice que si estas secreciones llegan a las mucosas -por ejemplo, de la boca o la nariz- a través de las manos, entonces sí puede producirse una infección.

El riesgo de infección por dar la mano depende, por supuesto, de si el interlocutor estuvo en contacto con secreciones altamente infecciosas. Este es el caso, por ejemplo, si estuvo cerca de una persona enferma y tocó sus secreciones producidas al toser o estornudar.

O sea que el riesgo no es igual a cero, pero sí bastante reducido, al menos si se lo compara con el peligro de infección mediante gotículas. Esto vale especialmente en época de verano, en la que se registran menos enfermedades de las vías respiratorias.

Muchos creen que dar la mano nos brinda entrenamiento a nuestro sistema inmunitario, dado que de esta forma entramos en contacto con diversos gérmenes.

Sin embargo, Walger desmiente eso de alguna manera: “toda nuestra vida es una confrontación con nuestro entorno y los posibles agentes patógenos que allí existen. En este contexto, no debemos sobrestimar la importancia de estrechar la mano”.

Muchos agentes patógenos que se encuentran en nuestra piel generan una enfermedad cuando llegan al cuerpo mediante otra vía: a través de una lesión, de una operación, o cuando respiramos y llegan a nuestros pulmones. O también virus que entran en la nasofaringe a través de las membranas mucosas y provocan allí infecciones.

Una vacunación es indudablemente el programa de entrenamiento más aconsejable para el sistema inmunitario. Una infección natural sería la mejor protección, pero justamente al precio de atravesar una enfermedad.

Tras la pandemia, muchas personas vuelven a darse la mano en vez de chocar suavemente los puños. “Lógicamente, en la vida cotidiana habría que lavarse las manos con regularidad. Esto rige en general, no solamente pensando en determinados agentes patógenos. Sin embargo, no todos lo hacen, como puede observarse en cualquier baño público”, indica el experto.

Pero en general, vale recordar que es fundamental no llevarse las manos a la cara. Esto es fácil de decir pero difícil de implementar, aunque es factible entrenarlo. (DPA)

 

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