Jugó Messi y fue una alegría para los locales pese a los goles

En Lima, los fanáticos tuvieron un comportamiento en buena parte similar a de los bolivianos cuando Argentina se presentó en La Paz por la segunda fecha de las Eliminatorias. Miles esperaron la llegada de la Scaloneta, para ver a los campeones del mundo, y en particular a Lionel Messi, quien seguramente visitó por última vez el país para disputar un partido de carácter oficial. La euforia por el capitán del seleccionado albiceleste se multiplicó, y tan grande es el cariño y la admiración que le tienen que no fueron pocos los que aceptaron, antes de comenzar el partido, que no sufrirían una nueva derrota de Perú, aunque relegara a su equipo en la clasificación, porque verían feliz a Messi.

Por simple curiosidad, por interés nacional o motivación periodística, la patria futbolera peruana estuvo atravesada por una pregunta central en la previa del partido de frente a Argentina: “¿Juega Messi?”. El jugador que revolucionó la Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos nunca pasa inadvertido, su presencia en cualquier latitud monopoliza el discurso público y el magnetismo de su fútbol genera sensaciones duales en los fanáticos rivales, quienes volvieron a debatirse entre la conveniencia de su ausencia en la cancha y el deseo de aprovechar la oportunidad histórica de verlo en acción.

La pregunta circuló por las calles de Lima desde que la delegación argentina aterrizó en la capital peruana, a un día del partido en el Estadio Nacional, y se repitió hasta el cansancio en canales de TV locales, emisoras de radio, medios digitales y resultó una interpelación obligatoria a los enviados argentinos en la concentración del seleccionado peruano y en la Villa Deportiva Nacional (Videna), donde la “Bicolor” realizó el lunes su último entrenamiento. Y tuvo respuesta en las primeras horas de la tarde, cuando fuentes ligadas al cuerpo técnico de Lionel Scaloni adelantaron que Messi volvería a ser parte del 11 inicial.

El astro, de 36 años, se sumó a esta convocatoria con una inusual falta de ritmo futbolístico tras resentirse de una vieja lesión en el isquiotibial derecho. Llegó al partido con Paraguay, en el que ingresó a los 7 minutos de la etapa complementaria, con apenas 37 disputados ante Toronto y 35 frente a Cincinnati desde su anterior presentación con Argentina, el 7 de septiembre, en la victoria 1-0 frente a Ecuador.