River estableció claras diferencias con Gimnasia, lo derrotó 3 a 0 y se afirmó como único puntero

Gimnasia apostó por una formación mayormente integrada por suplentes y terminó perdiendo ante River 3 a 0 en el Monumental de Núñez. El equipo de Sebastián Romero aguantó el dominio de River bastante bien en el primer capítulo y casi nada pudo hacer en el complemento donde fue incapaz de generar situaciones de peligro.

Armando una formación compuesta en su mayoría por jugadores que no suelen ser titulares, Chirola Romero pretendió que su equipo se plantara con firmeza en la mitad del campo y desde allí procurar crecer en ataque aprovechando los espacios en el fondo de River. Gimnasia, teniendo claro que el rol de favorito le calza como un traje hecho a medida a River, salió a jugar en el colmado estadio Monumental tomando un alto riesgo en su apuesta por conseguir un resultado favorable.

La mayoría de los apellidos triperos más conocidos se sentaron en el banco de suplentes por decisión de un entrenador que ya tiene en su planificación el importante examen del sábado a la noche en el estadio del Bosque ante Belgrano de Córdoba.

La primera llegada profunda de River fue en el minuto 5, cuando Beltrán recibió un pase profundo, se metió en el área y remató cruzado. La pelota se fue un poco lejos de la base del palo derecho de Insfrán. En ese lapso inicial se hizo notar Barco como el más peligroso del líder del torneo.

A pesar de estar bien parado en el campo, el Lobo sufría el poder millonario en la distribución del balón, donde asumía un rol protagónico Nacho Fernández.

Hasta el minuto veinte Gimnasia se mostró como un equipo solidario y atento a los planes de su oponente. Rodrigo Castillo generó una buena atajada de Armani cuando pateó cruzado desde afuera del área, en lo que fue la llegada más clara de ambos equipos.

A los 24 minutos, Guillermo Enrique derribó a Enzo Díaz adentro del área y Herrera no dudó en sancionar, con justicia, penal. La pena máxima fue ejecutada por Lucas Beltrán con un tiro a media altura y cerca del medio del arco e Insfrán nada pudo hacer. Sin brillar, ni generar una catarata de situaciones de peligro, el dueño de casa estaba en ventaja.

Lejos de padecer un dominio abrumador por parte de River, Gimnasia se fue al entretiempo perdiendo 1 a 0 (Lucas Beltrán, de penal) luego de haber jugado un aceptable primer capítulo con orden en la disposición de sus líneas y hasta alguna llegada sobre el arco de Armani. Guillermo Enrique, que se proyectó varias veces y bien por la banda derecha, fue  el que cometió la falta sobre Enzo Díaz adentro del área en un claro penal sancionado por Darío Herrera.

En el inicio del segundo tiempo Gimnasia, a pesar de estar en desventaja, dejó en claro su intención de no salir desesperado a buscar el empate. Mantuvo su corta distancia entre líneas y esperó a River en su campo, como apostando todo a alguna situación que le pudiera entregar el trámite del partido.

En el minuto 13, Chirola cambió todo el ataque: Tarragona y Soldano ingresaron por Castillo y Contín, que ya estaban cansados de correr mucho y entrar poco en juego. La sola presencia de Tarragona adentro del área de River instaló la sensación de que Gimnasia tenía más posibilidades de generar situaciones de peligro para Armani.

En el minuto 16, Salomón Rondón estuvo cerca de anotar el segundo gol, pero lo evitó con su pie derecho Insfrán en notable intervención. Habían quedado mano a mano y en esa situación ganó claramente el arquero mens sana.

El segundo gol del Millonario llegó en el minuto 20 con un buen cabezazo de Aliendro donde Insfrán podría haber hecho algo más. La pelota ingresó cruzada sobre el palo derecho y dio la sensación de que el arquero podría haber entrado en contacto con el balón.

Sebastián Romero hizo más cambios. Cerca de la media hora entraron Leandro Mamut e Ivo Mammini por Lescano y Comba, que ya no pesaban en el trámite de las acciones.

A los cuarenta minutos, Alan Sosa reemplazó al debutante Sánchez. El partido estaba resuelto y no había ningún margen para que Gimnasia pudiera gestionar un milagro.

Restando un minuto para el tiempo adicional, Matías Suárez le puso un broche al triunfo ya sentenciado, con su tradicional pegada para cerrar la noche. 

Desde el Monumental, el análisis de Facundo Ache