¡Felices Pascuas! La casa está... ¡Patas para arriba!

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @irenebianchi

¡Ay, chicas! ¡Me agarró un ataque de nostalgia! ¿Se acuerdan lo que dijo Alfonsín?

¿Padre o Junior?

Yo soy radicheta, como saben, pero el hijo para mí no existe. Ni a los talones le llega al viejo. Se le parece físicamente. Nada más. Fotocopia deslucida, con poco toner.

¿Y de qué te acordaste, si se puede saber?

De abril del ’87, cuando después de superada la sublevación de los “Carapintadas” en Campo de Mayo, el entonces Presidente lanzó desde el balcón de la Rosada: “Compatriotas, felices Pascuas. Los hombres amotinados han depuesto su actitud. La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina”.

Ahora los amotinados son los colectiveros. Con razón. El horno no está para bollos.

Bollos ligó el Rambo del conurbano. Le llenaron la cara de dedos. Literalmente.

¿Nadie le aconseja que no haga esas puestas en escena ampulosas, estilo Rocky, aterrizando su helicóptero, jugando al Superhéroe de historieta?

Creo que no lo hace más, después de esa paliza, seguro que escarmentó.

A seguro se lo llevaron preso. Apuesto a que vuelve a las andadas. Es un actor frustrado, como su Jefa. Les gusta más el tali de la cámara que el dulce de leche.

Otro que volvió a las andadas es Fede Bal, que ya viaja por el mundo con el medio mundo siempre listo.

Miren, chicas, después de lo que nos estamos enterando de los mediáticos acusados de abuso de menores, que el pibe Bal sea un Don Juan irrecuperable, un infiel a repetición, empedernido, es casi un mérito, una virtud, algo digno de elogio. ¡Me saco el sombrero por el hijo’e tigre! 

Obvio. La que se meta con él ya sabe que, tarde o temprano, será cornuda. Las reglas claras.

Volviendo al tema de las piñas, chicas, con una mano en el corazón, ¿a ustedes nunca les dieron ganas de trompear a alguien?

¡Muchas! Por eso me compré un par de guantes de box y un “punching ball”. Cada vez que la bronca me invade, me descargo ahí. ¡Un alivio, que ni les cuento! Lo recomiendo.

La Argentina es lo más parecido a “Relatos Salvajes”, la peli de Damián Szifron. Se nos salta la térmica a la primera de cambio. Tolerancia cero.

¡Claro! ¡Szifron! Porque nos gobiernan “Los Simuladores”. Simulan saber, y no dan pie con bola. Ensayo y error.

Más error que ensayo, para ser justas. Improvisación a la orden del día.

Todo pasa, como decía el finadito Grondona. Éstos también pasarán.

Mientras no sean peores los que vienen … 

¿Peores que los que están?! ¡Difícil empardarlos!

Ya que hoy estamos en una celebración cristiana, comparto mi teoría. ¿No será que Argentina es el Purgatorio, por lo que nos toca sufrir? 

¿Vos querés decir que crepamos y vamos sin escala al Paraíso, por todo lo que ya padecimos aquí?

¡Claro! Es como cuando comprás en pozo. Te bancás la incertidumbre y el zocaga, para después disfrutar del flamante depto.

Prefiero el “punching ball”. Descargo y de paso combato la flaccidez, esos aborrecibles flecos de los brazos. ¡Chin, chin! 

After office

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