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Universidad

 

Silvia Cilia, refiere: “Realmente bochornoso fue el accionar de un docente de la UNLP quien no tuvo reparo alguno para expresarse en las redes sociales a favor de la agresión y la violencia. Como madre de alumnos y exempleada de dicha casa de altos estudios, siento vergüenza de quienes están al frente de la educación; no solo de los profesores que en vez de educar y guiar a los alumnos en el camino de la paz y la convivencia, sino también de las autoridades de la institución, que no emitieron una sola palabra al respecto. ¿Cómo puede la ciudadanía estar tranquila cuando quienes deben educar y dar el ejemplo incitan a los estudiantes a la violencia, simplemente por no compartir las mismas opiniones?

“La universidad debe desempeñar un papel fundamental en la sociedad. Es ahí donde se debe propiciar el debate abierto, promover el pensamiento crítico y el compromiso cívico, para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Para esto, docentes y autoridades tienen la obligación de involucrarse activamente en el debate público y defender los valores de la verdad, integridad y justicia en armonía y el respeto que todo ciudadano se merece. Esto no se consigue con docentes que incitan a la violencia y autoridades que miran para otro lado”.

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