“Aterrada” por Halloween: China teme lo peor y toma medidas...

La policía en China está tomando medidas enérgicas contra las celebraciones públicas de Halloween en algunas de las ciudades más grandes del país, desalojando a la gente de las calles e interrogándola sobre sus elecciones de disfraces, por aparente temor a que la festividad se haya convertido en un punto de reunión para el descontento juvenil.

La tendencia creciente de las fiestas callejeras de disfraces se ha convertido en el último objetivo de la represión de las libertades individuales bajo el liderazgo chino Xi Jinping, quien ha supervisado restricciones radicales a la expresión cultural y al disenso político.

Bajo el liderazgo de Xi, el Partido Comunista Chino ha sido especialmente cauteloso con las ideas “occidentales” que los funcionarios temen que erosionen la lealtad política entre los jóvenes.

La campaña se produce después de que el año pasado en Shanghái se celebrara Halloween de forma inusualmente animada y con una fuerte carga política, donde los jóvenes residentes de la ciudad acudieron en masa a la primera celebración tras el levantamiento de los controles por el coronavirus. Muchos utilizaron sus disfraces para expresar su enojo persistente con el gobierno por sus caóticos cambios de política en los últimos meses de restricciones.

Una abrumadora demostración de fuerza de la policía

Cuando las fiestas de este año comenzaron durante el fin de semana (para los jóvenes en China, Halloween puede durar una semana o más), los asistentes a la fiesta se encontraron con una abrumadora demostración de fuerza por parte de la policía.

Aunque no hubo ningún anuncio formal de restricciones, las calles del centro de Shanghái, que albergaron algunas de las mayores concentraciones del año pasado, estaban repletas de furgones policiales. Agentes con petos amarillos luminiscentes patrullaban las calles, interrogando a las personas disfrazadas y comprobando sus documentos de identidad, según videos y relatos de testigos.

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El dueño de un bar dijo en las redes sociales que las autoridades habían ordenado al lugar no realizar fiestas de Halloween ni permitir la entrada a ninguna persona disfrazada.

Aunque los asistentes dijeron que las celebraciones de Shanghai han sido discretas en comparación con las del año pasado, en parte debido a la fuerte presencia policial, también se organizaron reuniones similares en otras ciudades importantes, incluida Hangzhou, un popular destino turístico.

La policía disolvió el domingo por la noche a las multitudes que abarrotaban Zhongshan North Road, una calle llena de bares y restaurantes en el centro de Hangzhou, después de decir que había habido quejas por ruido de los residentes.

Los asistentes más destacados de la fiesta fueron llevados al vestíbulo de un hotel y retenidos hasta que todos se dispersaron, luego a las personas disfrazadas se les prohibió regresar, según dos personas que presenciaron el desalojo.

“Todavía no está claro a dónde irá todo el mundo en Halloween, pero si hay otra reunión, volveré a participar”, dijo un asistente, hablando bajo condición de anonimato para evitar represalias oficiales.

Una oportunidad para expresarse

Aunque pocos niños en China crecen pidiendo dulces, los estudiantes universitarios y los jóvenes profesionales de las grandes ciudades han comenzado a aprovechar la festividad como una oportunidad para expresarse. Para algunos, es una oportunidad poco común de expresar con cautela sus quejas políticas... a través de disfraces.

En octubre pasado, los residentes de Shanghái aprovecharon el primer Halloween después de que el gobierno pusiera fin a sus estrictas normas sobre el coronavirus como una oportunidad para desahogarse y desahogarse con las autoridades por un confinamiento traumático de dos meses en 2022 que dejó a las personas atrapadas en sus casas con escaso acceso a alimentos y medicinas.

En las fiestas callejeras de ese año, además de la habitual colección de demonios e imitadores de celebridades, la gente usó sus disfraces para burlarse de las políticas intransigentes del gobierno.

Muchos llegaron vestidos como probadores de coronavirus con trajes especiales y bastoncillos de algodón gigantes. Algunos se vistieron como cámaras de seguridad, satirizando la vigilancia omnipresente de China, o como estudiantes de posgrado con cuencos para mendigar, subrayando los niveles récord de desempleo.

Algunos llevaban hojas de papel en blanco, el símbolo de las manifestaciones masivas de noviembre de 2022, después de que la frustración con las políticas pandémicas llegara a un punto crítico. Los manifestantes levantaron el papel para expresar un descontento tan generalizado que no era necesario nombrarlo.

Este año, pocos disfraces tenían un contenido abiertamente político, según los videos y los relatos de la gente que estaba en el lugar. Muchos, en cambio, eran celebraciones exclusivamente chinas de personajes históricos, comida y cuentos populares, junto con clásicos de Hollywood como Batman y Spider-Man.

Otros se burlaron no del gobierno, sino de las celebridades y las empresas. Una opción popular fue el teléfono inteligente plegable de tres pliegues lanzado recientemente por el gigante tecnológico Huawei, que se ha convertido en un meme popular en las redes sociales chinas por su diseño difícil de manejar que, según muchos, se asemeja a un folleto o a una puerta con mosquitero plegable.

Las reuniones de este año fueron en realidad solo un “entretenimiento de venganza” o una forma de desahogarse después de haber perdido oportunidades de hacerlo durante la pandemia, dijo Kevin Wang, un fotógrafo de 25 años radicado en Hangzhou que asistió a las reuniones en la ciudad durante el fin de semana.

“Mi deseo ahora es simplemente tener un espacio abierto donde la gente pueda vestirse libremente con la menor cantidad de interrupciones posible”, dijo Wang, señalando que la gente estaba buscando nuevos lugares para reunirse hoy después de que los funcionarios cerraran los lugares más populares.