La ropa es un 35% “más cara” en la Argentina que en el exterior
Edición Impresa | 25 de Noviembre de 2024 | 00:49

El precio de la ropa en la Argentina se paga en promedio un 35% más que en el exterior. Así lo muestra un estudio fue realizado por la Universidad Argentina de la Empresas (UADE), según el cual las principales causas se encuentran las fuertes barreras a la importación y el alto nivel impositivo que afronta el sector textil, generando que los consumidores paguen precios más altos y dispongan de menos opciones de compra.
De acuerdo con el estudio, que estuvo a cargo del Instituto de Economía de ese centro académico, del total del precio de una remera que se vende en un negocio de marca, el 50% corresponde a impuestos, mientras que el restante 50% comprende los costos de producción, comercialización y beneficios de empresarios y dueños de locales.
El reporte consigna que “bajo estas condiciones, aquellos que se mueven dentro de la informalidad obtienen mejores márgenes de ganancia respecto a los que intentan sostener su actividad en la formalidad. El sector textil es una de las industrias con la mayor tasa de informalidad de Argentina, con aproximadamente el 65% del empleo en negro”.
Otro punto clave que destacaron los autores es que los precios en un negocio de marca que opera de manera formal son hasta siete veces más altos que los de aquellos que funcionan con un mayor grado de informalidad. “Con $100.000 se pueden comprar diez remeras en Avellaneda, cinco en un local de barrio y una de primera marca”, indica el trabajo.
Existen cuatro condiciones principales que caracterizan al sector: mercado atomizado en la producción y venta, gran número de consumidores, extensa diferenciación de producto y alto nivel de informalidad. El informe señaló que “estas pautas deberían generar un marco para que los precios en el mercado sean muy competitivos. Sin embargo, en los últimos años los precios de la ropa son significativamente altos, en términos internacionales y también respecto de otros bienes nacionales”.
Los investigadores advirten que este fenómeno impacta en la fase de comercialización con una fuerte segmentación del mercado en diversos puntos de venta como Once, La Salada, Avellaneda, locales de barrio y shoppings con diferencias abismales en las condiciones comerciales y laborales, dando como resultado una extensa oferta de precios y de variedades de producto.
“Para poder bajar los precios de la ropa sería necesario disminuir en algún grado el nivel de proteccionismo, a la vez que se implementen medidas para fortalecer a la industria nacional y mejoras de competitividad y productividad. Esta reducción fiscal, además, podría incentivar la formalización de los trabajadores, contribuyendo a disminuir los niveles de informalidad”, señalan.
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