Pánico en una escuela de Varela por un arma y una nota en ruso

Con una 9 milímetros dentro de su mochila, aparentemente cargada y lista para disparar, una nena de 12 años acudió a su escuela en la ciudad de Florencio Varela, donde pensaba cometer una masacre. Afortunadamente un compañero vio la culata de la pistola cuando la chica abrió el bolso, por lo que una rápida comunicación con la preceptora impidió la tragedia.

Una vez controlada la situación inicial, en medio de una marcada tensión, descubrieron que la menor además tenía un manuscrito en ruso, con los nombres de todas las personas que pensaba asesinar. Entre ellas a una docente, a la que acusó de tratarla como “la rara” del curso.

De acuerdo a fuentes con acceso al caso, la alumna se mostró cansada de que le hicieran bullying.

“Mataré a la maestra de Ciencias Naturales. Se van a arrepentir de llamarme rara”, decía una de las páginas.

Se supo que el arma en cuestión pertenecía a su madre, que es policía.

Ante el hecho dado a conocer, la agente ya habría sido citada a declarar y podría enfrentar graves cargos en su contra, debido a que dejó la pistola a la vista y alcance de un menor de edad.

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Una drástica decisión y una verdad desconocida

Psicólogos de la Secretaría de Educación Municipal, con autorización del Juzgado de Menores en turno, asistieron a la adolescente, que preventivamente quedará apartada del centro educativo, mientras se analizan los pasos a seguir y cómo logran la revinculación escolar.

Se supo que junto a los nombres, había números de teléfono como el del 911 y el SAME, y dibujos de un arma y una bala.

“Podría haber hecho un desastre”, afirmó una fuente cercana al incidente, que tuvo lugar en la Media Nº 7.

Por otro mensaje que obtuvieron de su celular, se tomó conocimiento de que llevaba meses planificando el ataque: “Yo tenía un plan de tres meses, hasta el 6/5/2025. Tengo dos pistolas reales, que son de mi mamá. Iba a ir uno por uno, pero un idiota lo arruinó”.

REACCIONES

Tras el incidente, numerosos padres se acercaron al establecimiento, ubicado en la esquina de las calles Dr. Salvador Sallarés y Rubén Parrillo, del barrio centro, para exigir explicaciones.

Sin embargo, afirmaron no haber recibido respuestas claras.

Por su parte, la escuela emitió un comunicado intentando llevar algo de calma en la comunidad educativa: “Desde el inicio del conflicto, hemos intervenido de manera corresponsable, priorizando el bienestar físico y emocional de todas y todos nuestros estudiantes”.

“Todas las acciones se desarrollan con el acompañamiento y la coordinación de las inspecciones de enseñanza, trabajando para garantizar tanto el cuidado integral como el derecho a la educación de cada estudiante. Quedamos a disposición para atender cualquier consulta que deseen realizar”, agregaron.

En base al relato de una mujer, la responsable del colegio presuntamente se contactó con la madre de la menor para hacerle entrega del arma.

¿Si hubiese llevado la nena un kilo de cocaína llamaba a los narcos para devolverlo”, ironizó ofuscada.

Por eso no fueron pocos los que exigieron que sea removida de su puesto.

También repartieron críticas hacia las autoridades educativas superiores, a las que supuestamente no le vieron tomaron ninguna acción concreta ante la gravedad de lo sucedido.

Según un medio local, desde la Jefatura Distrital de Educación de Florencio Varela, “deberían brindar una palabra de tranquilidad a la población. No fue el caso. Deberían haber estado presentes en el colegio. Hablar con la comunidad. No lo hicieron”.