Cavani recargó energía en familia

En plena sequía goleadora, lejos del delantero temible que fue en Europa y la Selección Charrúa, en medio de cuestionamientos de los hinchas de Boca que no cesaron desde la chance perdida en el final de la Libertadores, Edinson Cavani buscó refugio en su familia, luego del flojo partido y su salida por una molestia ante Sarmiento.

El delantero uruguayo publicó en sus redes sociales una tierna foto junto a sus hijos. “Energía que solo ellos saben dar”, escribió Cavani, dejando en claro que lo sucedido ante el conjunto verde ya quedó atrás y sus hijos le cambiaron la energía.

El DT de Boca, Diego Martínez, que aún no pudo festejar una victoria oficial, respaldó al goleador y se despreocupó por su racha adversa: “No pidió el cambio, estaba con un cansancio lógico, fue realmente muy importante, tiene una jerarquía impresionante, estamos encantados de poder trabajar con él”.

“Para los delanteros, en los momentos en los que no pueden convertir, lo más importante es mantener la calma, peor sería que no tuviera esas situaciones, él las genera y los desmarques que hizo fueron espectaculares. Será cuestión de tiempo y, en cuanto entre una pelota, vendrán muchas más. Es uno de nuestros líderes en el día a día, además de todo lo que nos da en el juego y dentro del campo, ya va a poder dar lo que más quiere es convertir”, agregó el entrenador.

Desde su llegada a Boca, Cavani disputó 18 partidos y convirtió tres goles, lo que arroja un promedio del 16%, el más bajo consideradas todas sus experiencias a nivel clubes. En París Saint-Germain registró un 66% (200 tantos en 301 encuentros), en Napoli 75% (104/138), en Palermo 31% (37/117), en Manchester United 32% (19/59) y en Valencia 25% (7/28).

El Matador llegó a Boca con el objetivo de aportar goles para ganar la séptima Copa Libertadores y en el Maracaná, sede de la final ante Fluminense, el uruguayo dispuso una ocasión muy propicia. Asistido por Valentín Barco, pudo abrir el marcador pero hizo un movimiento antinatural para un goleador de su clase: descargó la pelota hacia atrás cuando tenía todo el panorama a favor para girar y quedar frente al arco. Desde ahí, todo fue cuesta arriba.