Rosario violenta: el Papa habló de “complicidades”

Involucró al poder político, judicial, policial y económico en el accionar de los narcos. El Gobierno tomó distancia de sus dichos

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El papa Francisco expresó su apoyo a la ciudad de Rosario, acosada por la violencia de las bandas de narcotraficantes, y denunció que “sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero” no se habría llegado a ese grado de inseguridad.

“Queridos hermanos y hermanas rosarinos, estoy cerca de ustedes”, dijo el pontífice argentino en su mensaje grabado en el Vaticano.

Preocupado por la ola de violencia narco, Francisco, de 87 años, instó además a “todos los sectores políticos” a dialogar y lograr un consenso para generar leyes y políticas “que acompañen un proceso de recuperación del entramado social” de Rosario.

Francisco llamó también a trabajar “sobre la demanda de drogas, a través de políticas de prevención y asistencia”. Agregó que “el silencio del Estado en esta materia sólo naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización de las mismas”.

El Papa pidió que el Estado y “las instituciones intermedias” brinden espacios comunitarios en los barrios socialmente vulnerables donde los narcos pueden cooptar a jóvenes sin trabajo.

Asimismo destacó la necesidad de una justicia independiente “para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico” y que el sector empresarial impida “la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas”.

Diferencias

Al ser consultado por las palabras del Pontífice, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, dijo a periodistas que “su opinión es sumamente importante y respetable, pero en un montón de puntos probablemente jamás estemos de acuerdo con el Papa, y está bien que así sea”.

“Él es un líder espiritual, nosotros gobernamos Argentina, y en esa distancia que hay entre ambas funciones es razonable que en muchas cuestiones estemos de acuerdo y en otras muchas no”, sostuvo el vocero del presidente Javier Milei, cuya ideología ha chocado en ocasiones con los postulados del papa Freancisco, quien se muestra defensor del concepto de la justicia social y del papel del Estado en la redistribución de la riqueza.

La violencia de las bandas criminales se profundizó en Rosario a partir de la aplicación por parte de las autoridades de medidas de seguridad más severas en las cárceles donde los capos cumplen condenas, como su traslado a pabellones especiales y requisas durante las cuales les fueron secuestrados teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos con los que seguían manejando el negocio narco en las calles de la ciudad.

El gobierno argentino envió a la ciudad fuerzas de seguridad federales y apoyo logístico de las Fuerzas Armadas -con vehículos y armamento- y anunció un proyecto de ley para que los militares puedan operar activamente en el combate al narcotráfico, lo que hoy está vedado por ley.

Más intimidaciones y ataques

El ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe , Pablo Cococcioni, reveló que tras la amenaza a la familia del futbolista Angel Di María hubo otros cinco hechos intimidatorios en Rosario: cuatro en el sistema de transporte público -donde hubo paralización del servicio- y uno en un supermercado. “El primero se trató de un cartel con amenazas, no hubo ataque físico. en los otros hubo ataques. Se está investigando la modalidad y si se utilizaron armas de fuego”, dijo sin mayores detalles.

En las amenazas “se menciona a periodistas, políticos, a nosotros (funcionarios del gobierno provincial) y también a gremios, son mensajes como los que nos tienen acostumbrados estos delincuentes”, agregó Cococcioni.

 

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