Un partido con mucha pierna fuerte y amarillas
Edición Impresa | 16 de Agosto de 2024 | 05:08

Sin dudas, Boca y Cruzeiro jugaron el partido de ida de Octavos como una final, ya que el partido fue más hablado que jugado. Hubo muchas amarillas y por momentos, el árbitro Jesús Valenzuela perdió el control del juego.
En la primera parte, los primeros minutos fueron intensos, pero después todo se rompió a partir del minuto 19, cuando Pol Fernández se cruzó con Matheus Pereira. Ambos recibieron una amarilla tras algunos manotazos y a partir de ese momento, el partido fue nerviosismo y mucha pierna fuerte. Además, desde los bancos de suplentes, también jugaron su partido: tanto Diego Martínez como Fernando Seabra, no pararon de protestar cada jugada. Desde faltas hasta offsides cobrados. Nada quedó librado al azar y hasta hubo quejas en el entretiempo con el juez, por algunas decisiones.
En el complemento, bajó un poco la intensidad de las patadas, más allá de algunas disputas. Walace podría haber sufrido la segunda amarilla, pese a la reiteración de infracciones. Sin embargo, fue un poco más jugado a comparación del primer tiempo.
En total, Valenzuela sacó 8 amarillas en el encuentro: dos fueron para Boca (Pol Fernández y Exequiel Zeballos) y 6 para Cruzeiro (Lucas Romero, Walace, Matheus Pereira, Arthur Gomes y Lautaro Díaz).
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