La injustificable presencia de pequeños o extensos basurales en la Región

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Con mucha frecuencia se reflejan en este diario reclamos por la proliferación en nuestra región -muchas veces ya en zonas rurales- de basurales a cielo abierto, algunos de ellos muy extensos, a los que se debe considerar como una verdadera amenaza sanitaria y, al mismo tiempo, como una negativa demostración de falta de limpieza. Y como resultado de ello, las espontáneas quemas para deshacerse de esos residuos.

Ahora son los vecinos radicados entre Villa Elvira y Arana los que reclaman primero por los reiterados incendios en un campo y por las consiguientes humaredas que llegaron a esas localidades.

Según dijeron, conviven con este problema desde hace más de un año y casi a diario soportan humo, olor y escasa visibilidad. Asimismo, se sostuvo que “nadie se hace cargo de este drama” que tendría origen en un basural, según denunció un poblador. La queja alude a la acción de una persona que viviría en las inmediaciones, que ha conformado un gran basural donde muchos otros habitantes, no se sabe si son del lugar, vuelcan allí residuos, para luego quemarlos.

Como se ha dicho, el fenómeno no es exclusivo de esas localidades sino que se presenta en distintos lugares de la Región. Así, se han venido formando grandes basurales en algunas de las sesenta canteras existentes y también una gran cantidad de micro-basurales, que son producto de la desaprensión de muchos vecinos que arrojan allí bolsas de residuos. Hace ya tiempo que ecólogos platenses advirtieron que los microbasurales dan refugio a roedores e insectos de toda clase, criándose en ellos, por la acumulación de agua, mosquitos, moscas, vibriones y bacterias, atribuyendo esta proliferación a la pérdida de una visión acerca de lo que debe ser una gestión integral de los residuos en una ciudad. El hantavirus y otras enfermedades sociales encuentran allí lugares propicios.

Se requiere, dijeron, analizar barrio por barrio y actuar de acuerdo a las necesidades de cada uno de ellos, en una tarea conjunta en la que debieran participar la Comuna, las entidades de bien público y la propia población. Hay una buena parte de la población que prefiere arrojar la basura en cualquier parte, antes de someterse a la obligación de respetar que los residuos sean enviados a la CEAMSE.

Aquí se ha dicho muchas veces que el tema involucra a la conducta ciudadana. Y que los propios pobladores tienen un alto grado de compromiso en el mantenimiento de la Ciudad limpia. Incorporar hábitos ciudadanos que contribuyan a no ensuciar el espacio que es de todos, es una clave importante para garantizar la limpieza y un mayor nivel de salubridad en la Región.

En ese sentido, no arrojar residuos a la calle; no contribuir a la formación de basurales; respetar los horarios indicados para sacar la basura a la puerta; cumplir con un adecuado embalaje de los residuos, son todas conductas que cada vecino debe preocuparse por observar.

 

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