Lucas Castro entró y cambió el partido

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Más allá del muy buen trabajo (otra vez) de Martín Fernández en el mediocampo de Gimnasia, Lucas Castro tuvo implicancia directa tanto en el rendimiento como en el resultado. Sin dudas lo más importante.

Con apenas 15 minutos luego del desgaste hecho entre semana por Copa Argentina ante Barracas Central en cancha de Lanús, el Pata demostró que está atravesando el mejor momento desde su regreso a la institución.

Con el mencionado Fernández y con Nicolás Garayalde en el centro de la cancha, el ex Catania se ha convertido en los últimos partidos en el eje de la creación, algo que ayer quedó demostrado desde su inclusión en el complemento.

Ante un Belgrano muy refugiado en su área, un cabezazo que se estrelló contra el travesaño del arco defendido por el paraguayo Espínola dejó en claro lo que se vendría minutos después.

Con la ventaja numérica como aliado ante un Pirata apurado por defenderse, el también ex Racing, alejado de aquel que se caracterizaba por la velocidad por las bandas, se apoyó en su inteligencia y técnica para hacer pasar a más de uno.

De esta manera, ingresó al área y cruzó un remate imposible para el arquero local, que nada pudo hacer por lo esquinado del mismo.

En apenas 15 minutos de talento y jerarquía Castro le regaló tres puntos importantísimos al Lobo para recuperar los perdidos tiempo atrás con las cuatro caídas al hilo tras el regreso desde el parate.

Además, y algo no menor, lo hizo en una cancha que siempre le ha costado a Gimnasia y en la cual no ganaba desde el 2015.

Su nueva versión, sin tanto obligación al momento de la recuperación de la pelota, con Fernández y Garayalde primordialmente dedicados a ello, le permite tener otro aire al momento de las decisiones. Y allí, donde a muchos se les nubla la mirada, tanto el Pata como otros referentes del Tripero son los que tienen que demostrar la experiencia que suman.

El volante lo logró ayer en cancha de Belgrano para así, en poco tiempo, ayudar a los suyos, conseguir una victoria de oro y, por qué no, sustentar aquella primera idea con la llegada de Méndez al club: pelear tanto en los puestos de arriba como en el ingreso a las copas internacionales.

Tras aquel tropezón que llenó de dudas, sobre todo puertas afuera, el Lobo dio una muestra de que puede pelear.

 

Gimnasia

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