Amistad a prueba de exámenes: de la Primaria a recibirse de ingenieros

Se conocieron cuando tenían 7 años y atravesaron cada instancia educativa juntos hasta convertirse en profesionales

Edición Impresa

A sus 23 años, Thiago y Matías ya llevan 16 de amistad, se conocieron a los 7 en la escuela y nunca más se separaron. Primaria, secundaria, escuelitas de fútbol y grupo de amigos, los chicos comparten todo y hace unas semanas alcanzaron un logro único: se recibieron de ingenieros, como acostumbran, el mismo día. Juntos.

La amistad de Thiago Berizovsky y Matías Dublanc comenzó en 2008 en la “Escuela San Simón”.

“El primer recuerdo que tengo es verlo entrar al aula llorando de los nervios, típico de un nene que entra a un lugar que no conoce. Entonces con Nicolás, un compañero que sigue siendo amigo nuestro, al verlo como preocupado en el primer recreo ya lo fuimos a buscar para jugar. A partir de ahí no nos separamos más, siempre juntos para todos lados”, relató Matías.

“Me cambié en segundo grado al colegio al que iba Matías. Si pienso en cuando éramos chiquitos el primer recuerdo que se me viene a la cabeza es estar jugando juntos a la pelota en el patio de casa, después del colegio”, señaló por su parte Thiago y completó: “Nos hicimos amigos súper rápido, con el tiempo obviamente la amistad fue creciendo y hacer la carrera juntos nos terminó de unir mucho”.

Conocerse en la primaria o en el Jardín y egresar juntos de la secundaria suele ser algo común entre los buenos amigos y a pesar de los deseos de continuar en contacto, muchas veces las responsabilidades y las decisiones personales suelen bifurcar los caminos. Pero acá pasó todo lo contrario, el fin de la escuela no significó el fin de la amistad. La Universidad no hizo más que profundizar su vínculo.

Cuando cursaban el último año de la Secundaria visitaron la Expo Universidad, allí Matías terminó de decidir qué quería estudiar. “En el stand de Ingeniería estaban todos los proyectos que se hacían en la facultad y eso me motivó a elegir la carrera. Sobre todo, por la parte de producir algo que le sirva a la gente”, destacó y añadió: “Al otro día hablamos con Thiago la posibilidad de estudiar Ingeniería Industrial y fue así que nos anotamos en la `facu´, en la modalidad anticipada al curso de `Mate Pi´. Ya en el último semestre del colegio, salíamos y nos íbamos derecho a cursar eso”.

Que a ambos los haya cautivado la misma profesión fue “un poco una casualidad”, reconoció Thiago, “pero al mismo tiempo nos entusiasmaba la idea de arrancar juntos. Creo que fue algo que sumó un poco a la decisión de ambos”, destacó.

“Yo creo que la llevamos bien a la carrera. Tener alguien en quien apoyarte está bueno sobre todo los primeros años que todo es un poco más complicado”, valoró Thiago y Matías recordó: “En `Matemática A´ nos mirábamos con Thiago y decíamos ‘¿a dónde nos metimos? No estamos entendiendo nada’. Pero después con mucho compromiso, esfuerzo y trabajo logramos sacar adelante la materia y seguir con el resto de la carrera”.

Los chicos cursaron la carrera al pie de la letra. Ingresaron en 2019 y en cinco años se recibieron. Segundo y tercero lo cursaron encerrados en su casas en medio de la pandemia lo que para Matías fue “un desafío importante”, definió.

“Estábamos cada uno desde su casa, a veces 12 horas frente a la computadora, terminábamos matados. Requería mucha concentración y trabajo y era difícil distenderse porque no podíamos salir de casa. Fue importante tener en la pandemia alguien que estudie con vos y que además sea amigo. Como equipo funcionamos bien, nos complementamos bien”, apuntó Matías y explicó: “Yo soy más estructurado en cuanto a formato y fechas. Soy muy aguerrido con los cronogramas y la planificación. En cambio, Thiago por ahí es un poco más colgado, pero tiene una creatividad inmensa y es muy detallista”, analizó.

“Algo bueno fue que los dos siempre estuvimos enfocados en la carrera”, agregó Thiago y reveló que “si bien los dos pensábamos que estaría buenísimo recibirnos juntos, también fue un poco de suerte. Podemos estar de acuerdo o no con algunas cosas, pero siempre tuvimos los objetivos claros”, agregó Matías y destacó: “Sabíamos adónde queríamos llegar y por suerte al final pudimos rendir la misma materia juntos. Es una alegría inmensa tener una amistad tan larga en la que podamos sumar un logro tan grande como es un título universitario”.

Finalmente, coronaron su relación y su esfuerzo de la mejor manera, con el título y el festejo con todos los amigos que se hicieron en la escuela y en la universidad. “Fue emocionante que se hayan acordado de nosotros y que se hayan tomado el tiempo de venir a festejar este logro”, destacaron.

Ahora, recién salidos de la facultad tienen un sinfín de posibilidades a su alcance. “Trabajar juntos y tener un emprendimiento propio sería genial, pero tenemos que seguir formándonos, aprendiendo nuevas experiencias y después veremos que deparará el futuro”, proyectó Matías. “No tenemos nada pensado ni decidido, quizás en el futuro se de alguna oportunidad”, sostuvo por su parte Thiago que a pesar de la incertidumbre del futuro tiene una certeza que nada puede cambiar, pase lo que pase, “seguiremos siendo amigos”.

 

Amistad
ingenieros

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE