“Sin franela”: advertencia sobre vecinos armados en Los Hornos
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2025 | 02:29

En Los Hornos, la inseguridad dejó de ser una estadística para convertirse en un drama cotidiano. Robos a plena luz del día, entraderas violentas y arrebatos constantes han llevado a que muchos vecinos tomen una decisión extrema: armarse para defenderse. Lo que antes era apenas un comentario en reuniones barriales, hoy empieza a ser un fenómeno cada vez más visible y preocupante.
Anoche se conoció una acción en distintos puntos de esa localidad, donde aparecieron carteles colgados de árboles y postes con frases que denotan un gran descontento: “Atención, vecinos armados. En alerta contra la delincuencia. Nosotros nos cuidamos entre vecinos”, se leía en una de las pancartas.
“Sin respuestas oficiales, la seguridad la ponemos nosotros. El que avisa no traiciona”, fue otro mensaje. También “muchos delincuentes, poca seguridad. Vecinos armados” o “atención chorros. Dedíquense a otra cosa. En este barrio estamos organizados”.
Sin dudas, la escalada de violencia se muestran sin freno. En las últimas semanas se multiplicó el delito y en el barrio dijeron ¡basta!
Comerciantes atacados cuando cierran sus locales, familias sorprendidas en sus casas y jubilados que son blanco de ladrones por su vulnerabilidad. Las alarmas, las rejas y los perros ya no alcanzan. El miedo a ser la próxima víctima empuja a los vecinos a buscar alternativas por su cuenta.
La respuesta: armarse. La idea nación en charlas de esquina, grupos de WhatsApp y reuniones comunitarias: “Si no nos cuida, nos tenemos que cuidar solos”, dicen y ya no tan por lo bajo.
Cada vez más vecinos admiten haber comprado armas o tenerlas a mano, aunque muchos nunca antes habían pensado en hacerlo. Se trata de una decisión cargada de angustia y desconfianza, que refleja un quiebre peligroso.
Los especialistas advierten que la situación puede desatar un espiral aún más grave. El riesgo de enfrentamientos, de disparos accidentales o de que un robo termine en tragedia es alto. Sin embargo, para los vecinos el dilema es claro: “Es esto o quedarnos de brazos cruzados esperando que nos entren otra vez”.
El fenómeno desnuda una realidad estructural: la ausencia de políticas de seguridad eficaces. Mientras los patrullajes son escasos y las denuncias rara vez prosperan, los vecinos sienten que están librados a su suerte.
Así la zona se mueve en un delicado equilibrio: entre la necesidad de protegerse y el peligro de que la justicia por mano propia se convierta en una salida.
PETITORIO CON FIRMAS
En Tolosa, por su parte, donde acaban de cambiar al comisario, lo que no cambia es la inseguridad.
Por eso están juntando firmas para sumar a un petitorio, que quieren presentar este viernes en la Gobernación bonaerense.
Se indicó que los vecinos podrán adherir al reclamo en comercios de avenida 7, en calle 2 y en la Plaza Iraola.
Anoche, un representante de la Asamblea Barrial se contactó con EL DIA para hablar del caso y también para mencionar que se produjo un abuso en perjuicio de una joven, del que solo refirió “hubo un manoseo”.
Por pudor y, porque se trata de un caso de instancia privada, que solo se puede activar por decisión de la ofendida, “no habrá denuncia”, indicó el informante.
“Es muy grave lo que pasa en Tolosa. A los robos que no frenan, ahora tenemos un depravado suelto. Por eso pedimos que todos estén muy atentos”, concluyó.
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