VIDEO. El Samay Huasi y la literatura bien norteña
Edición Impresa | 12 de Octubre de 2025 | 04:01

El “Chango”, así llamado por sus amigos platenses, Jesús Matías Filomeno Ocampo, presentó su libro “Voces del Famatina, las voces de nuestro pueblo”, en el edificio Karakachoff de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Su tarea fue recopilar 24 voces de escritores de Chilecito y alrededores, en La Rioja. La obra fue realizada por su propia y pequeña empresa editorial “Guillermina”. Muchos son los motivos para que se presente un libro de escritores riojanos en la institución local: así lo indica la historia que siempre entrelazó La Plata y La Rioja.
El editor, quien recaló en la Ciudad para estudiar, cumplió el deseo de presentar su libro en la universidad que lo cobijó. Así, leyó en sus aulas, coplas y relatos traídos por los vientos sondas de aquellas alturas de los valles de Chilecito.
“Presentar el libro en esta institución representó los beneficios trascendentales que siempre recibí de la universidad. Yo lo pedí y me dieron todas las posibilidades”, expresó Ocampo. Y remarcó: “La universidad me recibió de nuevo con los brazos abiertos y me dio lo mejor que tiene para convenciones, que es el edificio Karakachoff”.
SOBRE LA OBRA
El libro es una compilación de poetas jóvenes y adultos, todos oriundos de Chilecito, Campana, Antinaco, Pituil, Famatina. Los relatos, orales y escritos, fueron reunidos en grabaciones que llevó un posterior complejo proceso de desgrabación. Filomeno Ocampo llevó a cabo todo el proceso junto al investigador y docente de la Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC) Iñaki Ceberio de León.
Distintas miradas hablan sobre el cerro del Famatina y la importancia del agua que emana para el pueblo, las fincas de plantaciones y los viñedos. El libro, entonces, hace referencia a cuidar el agua, siempre en riesgo por la explotación minera del lugar. “Las nieves del Famatina que son eternas en el proceso de deshielo alimentan el valle al este y al oeste de Chilecito y hay muchos parajes que vivimos del agua del valle”, recalcó el editor de la obra.
“Hay una gran movimiento alrededor de las letras en Chilecito: el té literario y muchas instituciones nuclean a personas que escriben y crean vivencias en relación al cerro”, detalló Ocampo. En el libro participaron jóvenes “que nunca tuvieron la posibilidad de publicar y escribir en un libro. Hay chicos de 20 y 22 años que participan con su creación literaria en relación al Famatina”, sumó.
“Invitamos a cantores que dieron a conocer zambas, valses y cuecas relacionadas con el Famatina y con el cerro, que es un símbolo para nosotros, porque desde la época de los incas, el cerro era un Dios”, señaló Filomeno Ocampo.
POEMAS, ESCRITORES Y MENSAJE
Trazando un extenso recorrido por los rincones de La Rioja, Ocampo recopiló diferentes voces, tanto orales como escritas. Una de ellas es la de Pedro Páez “El Toro” oriundo de Sañogasta. Con su caballo asistió a manifestaciones, encuentros de fechas patrias y de Santos, y desde allí emuló sentencias “relacionadas con el pueblo, con la vida, con el cerro, con los cultivos, hace críticas a los gobernantes de turno pero no escribe”, señaló Ocampo y relató: “Ese campero, obrero, viñatero, criador de ganado no quería participar pero lo convencimos para que esté presente en la antología”.
Aquí, algunas palabras de “El Toro” Paez: “Estudio no tengo mucho. Solo me basta, me sobra me alcanza. Fue el que me dieron mis padres y que no se paga por ninguna plata. Respeto al mayor, al mediano y al niño tenderle una mano porque él va a ser quien te levante cuando vos te encuentres tirado”.
“El lenguaje de los pobladores de Sañogasta no es un dialecto, es una expresión de la lengua castellana adornada con las vivencias propias del lugar”, describió Filomeno Ocampo.
Algunos ecos de estas páginas provienen, en parte, de la lucha del 2005 que rechazó a la empresa minera Barrick Gold, a través de las asamblea por la vida dónde defendieron al Famatina “en su estructura y en lo que nos da” afirmó Ocampo.
SOBRE EL EDITOR
Jesús Filomeno Ocampo llegó a la Ciudad en 1963 para estudiar Ingeniería en telecomunicaciones en la Universidad Nacional. Fue investigador del Conicet, docente y Secretario de asuntos estudiantiles de la Facultad de Ingeniería.
Hoy, Jesús “Chango” Ocampo estudia abogacía en la Universidad de Chilecito (UNdeC) pero continúa recordando su arribo a la Ciudad: en 1962 se festejó en el Samay Huasi, finca de campo de Chilecito, el centenario del nacimiento de Joaquín Víctor González. Allí estuvieron presentes José María Peco, presidente de la UNLP, y los periodistas de este medio, Osvaldo Tomatti y Juan José Terri. Ellos, fueron el nexo -entre recomendaciones y consejos- entre Ocampo y La Plata.
Editorial: Editorial Guillermina
Páginas: 156
Precio: $30.000
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