Vuelve “Gumball”: un mundo desquiciado que dio una segunda oportunidad a personajes descartados
Edición Impresa | 5 de Octubre de 2025 | 04:08

Por PEDRO GARAY
Qué cosa extraña es “Gumball”. La creación de Ben Bocquelet, estrenada en 2011, parecía en su superficie una comedia animada familiar más, con animalitos antropomórficos y coloridos metiendo la pata. Pero era rascar apenas la superficie, sentarse un minuto para ser testigo de las aventuras de Gumball y amigos en el mundo de Elmore, para darse cuenta de que lo que estaba pasando era directamente exótico: los personajes se movían por el mundo animados por diferentes técnicas, que se mezclaban de forma caótica y desfachatada, mientras trataban algunos de los temas más pesados de la juventud de esos días con filoso y autoconsciente humor.
¿Cómo nació esa fabulosa mezcolanza de estilos y temas que sacudió el mundo de la animación? “Bueno, desde ya, estaba desesperado por hacer que me noten, como cualquiera que recién empieza”, responde entre risas Bocquelet, en diálogo con EL DIA. Pero profundiza: “Originalmente, trabajaba en publicidad. Con muy poco éxito. Así que terminé con millones de personajes en todo tipo de estilos y técnicas que desarrollé para diversos proyectos… Así que cuando Cartoon Network me contrató y me preguntó si tenía alguna idea para un show, medio que vendí esos mismos personajes”.
Fue una estrategia, pero también, afirma Bocquelet, “me gustaba ese concepto: darle una segunda oportunidad a personajes animados que habían sido rechazados”. Así nació el maravilloso y extraño estilo de “Gumball”, mezcla de animación tradicional, 3D, títeres, fotorrealismo y otros experimentos, “una bendición y una maldición a la vez, porque es mucho trabajo para producir, pero a la gente le gusta, así que vale la pena”: tanto le gustó a la gente que la serie se estiró durante seis temporadas, hasta 2018. Siete años más tarde, la serie vuelve con nuevos episodios, que se verán desde el lunes en Cartoon Network y HBO Max.
Volver a la serie, cuenta Bocquelet otra vez con humor, “se sintió fácil: es lo único que he hecho en mi carrera. Y la verdad es que estamos agradecidos de seguir teniendo trabajo”. El animador relata que el proyecto en realidad nació cuando intentaban hacer una película de Gumball, pero “se fue posponiendo, todavía seguimos viendo si la podemos hacer… Y se suponía que esta serie iba a seguir a la película, así que era algo que estaba en los planes”.
Pero el regreso, reconoce Bocquelet, es ante un mundo distinto, revolucionado por la tecnología en el último lustro, y con mucha incertidumbre sobre el futuro. “El mundo ha cambiado, sí, “acepta. “Pero nosotros también: nos volvimos más estúpidos, ¡nuestros poderes han crecido!”, se ríe. Esa manera de ver las cosas, cuenta “nos permitió ver la vida como un chico de 2025: ¿con qué lidian los chicos? Las redes, la IA, la podredumbre cerebral”, todo es tema potable para Gumball y compañía porque reírse del asunto “es la única manera de superar el horror, de darse una chance de imaginar algo mejor”.
“Reírnos de estos problemas es una manera de darle a la gente que está al tanto del estado del mundo un escape, y una manera de introducir los horrores del mundo a los chicos que no están al tanto”, agrega Eric Fountain, que junto a Matt Layzell dirigen los episodios de la nueva temporada. Para los dos, amantes de la serie original, fue a la vez un honor y un desafío, cuentan.
“A la salida de la universidad, uno de mis primeros trabajos fue ‘Gumball’: fue una experiencia muy formativa, y desde entonces soy muy fan del show. Así que fue un honor que Ben me pidiera que dirigiera el show junto a Eric. También fue un desafío, sumamente estresante, porque ‘Gumball’ representa para mi la vara de la excelencia en animación: cualquier cosa que haga, intento alcanzar esa vara”, dice Layzell.
Fountain, en tanto, reconoce el estrés que conlleva la creación de un programa tan ecléctico y la presión de estar a la altura: “Fue muy estresante, es cierto, pero Ben nos llevó de la mano hasta que nos orientamos. Es inevitable ponerse presión, no querés arruinarla”. Pero eso no los limitó para nada a la hora de intentar innovar, buscar cosas nuevas. Porque, sigue Fountain, “en términos de traer nuevas ideas, la verdad, es el show perfecto para hacerlo: nada está fuera de lugar, casi cualquier cosa puede caber en Elmore. Y hasta si lo hacés mal, encaja. Si hay un artista con el que querés trabajar, un estilo que querés probar, podés encontrar la manera de justificarlo: la mayoría de los shows no son así, es liberador”.
294 episodios en 6 temporadas, además de las miniseries "El Anuario de Darwin" y "Las Crónicas de Gumball"
90 semanas de producción para crear 420 minutos (7 horas) de animación.
El episodio Navidad fue el más lento de animar, tomando más de un año; "Nadie fue el más rápido", con 138,4 días de producción.
En promedio, se usaron 41.040 post-its y 500 bolígrafos rojos por temporadas.
La serie se ha emitido en más de 185 países, en 450 millones de hogares y en 33 idiomas.
Solo en la segunda temporada se crearon 543 nuevos personajes y disfraces.
La nueva temporada se estrena mañana en Cartoon Network y HBO Max
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