Roberto Themis Speroni y su poesía de “canto natural”

Una ineludible e irrepetible figura de la poesía y la bohemia platense. Colaboró en EL DIA con artículos que aparecían en las ediciones dominicales

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“No he querido escapar de/ mi canto natural, ni sujetarlo/, para conformidad de imbéciles/ y timoratos./ Algún día, esta violenta voz/ que me acompaña hoy, tendrá/ su vigencia. Allí estará mi tiempo…”.

Así escribía Roberto Themis Speroni. Y así vivía.

Inimitable personalidad entrañablemente platense, podía extraer cualquier elemento común de la cotidianeidad para sumergirlo en el análisis de su profunda y particular intelectualidad, extrayendo conclusiones casi mágicas siempre tamizadas por la filosofía y que lograban generalmente sorprender a sus ocasionales interlocutores.

Nació en La Plata el 29 de septiembre de 1922, y falleció en City Bell en 1967, un día antes de cumplir 45 años. Una vida corta vivida intensamente, pero a la vez con la serenidad a la que se accede por caminos de reflexión cristalina sin apuros ni encandilamientos.

Fue un autodidacta nato. Nunca finalizó el secundario, pero en diversas instituciones prestigiosas de la Ciudad dictó numerosas conferencias sobre variadas temáticas encaradas desde una perspicaz y profunda visión de la vida.

Colaboró en EL DIA con artículos que aparecían en las ediciones dominicales, y también lo hizo con distintos diarios porteños y revistas literarias.

Cuando tenía seis años de edad su familia se mudó a City Bell, a una elegante casona situada en la calle Cantilo entre 17 y Sarmiento. Y vivió en esa localidad del norte platense por el resto de su vida.

Hizo la primaria en la Escuela Nº 12 y comenzó el secundario en el Colegio Sagrado Corazón, pero al terminar segundo año decidió proseguir sus estudios en el Industrial “Albert Thomas”, en donde permaneció sólo dos años sin llegar a completar el ciclo de 6 años. Le gustaba más asistir como oyente a clases de diversas materias en la Facultad de Bellas Artes.

AMIGO DE LOS PÁJAROS

Roberto era muy buen silbador y había aprendido en City Bell a imitar el canto de varias aves. Con frecuencia se ponía a silbar y algún ejemplar de la especie que imitaba se le acercaba a prudencial distancia.

Desde la pubertad empezó a escribir poemas y nunca se detuvo. Fue fundador de la revista y grupo poético “El potro al viento” e integró el colectivo literario denominado “Ediciones del Bosque” junto a los más prestigiosos escritores de nuestra ciudad.

Speroni incursionó, aunque menos frecuentemente, en la narrativa, el ensayo y el texto autobiográfico. Entre sus obras en prosa figuran la novela “El monso”, el texto autobiográfico “Cielo anterior” y ensayos como “Viaje hacia un tiempo de muchachas” sobre la poética de su amigo Alberto Ponce de León.

A diferencia de otros escritores de su generación, su vida transcurrió mayormente en su ciudad natal sin grandes traslados ni viajes prolongados. Esta decisión no sólo forjó su identidad, sino que delimitó los paisajes emocionales y materiales de su obra.

Ya sobre el final de su adolescencia comenzó a desempeñarse laboralmente en distintas actividades, incluso vendiendo enciclopedias a domicilio.

Con el tiempo montó una rotisería en City Bell, pero desde un principio el comercio contó más con un perfil de “ateneo cultural” que con el de un local de expendio de alimentos y bebidas.

De lunes a viernes, durante varios años, concurrió a la vieja sede del Círculo de Periodistas a tomar un vermut al mediodía y departir con amigos sobre una pléyade de temas que inexorablemente convergían en la poesía.

Su obra fue admirada por poetas de la talla de Leopoldo Marechal, quien leyó públicamente uno de sus poemas en el homenaje realizado en la Capital luego de su muerte, y por críticos y colegas como Ana Emilia Lahitte (su principal antóloga y estudiosa), Rafael Felipe Oteriño, Néstor Mux y María del Mar Estrella.

En vida publicó los libros “Habitante único” (1945), “Gavilla de tiempo” (1948), “Tentativa en la luz (1951)”, “Tatuaje en el viento” (1958), “Paciencia por la muerte” (1963) y “Padre final” (1964). Pero tras su muerte fueron editadas varias obras suyas entre poemas, novelas y ensayos.

Como homenaje póstumo, los conocidos poetas platenses Rafael Oteriño y Néstor Mux, organizaron la presentación de un libro inédito de Speroni, denominado “Fábulas críticas para niños y locos”, con el auspicio de la Secretaría de Cultura bonaerense.

La comuna platense en 1982, en conjunto con el Colegio de Escribanos de la Provincia publicaron la obra poética de Speroni.

En el Bosque se colocó un busto del poeta, mientras que en City Bell, una calle de la localidad y un establecimiento educativo llevan su nombre.

 

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Roberto Themis Speroni

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