Sirenazo y escándalo en Ensenada: los bomberos denuncian que se quedaron sin fondos para operar

Un fuerte escándalo sacude al cuartel de Bomberos Voluntarios de Ensenada luego del “sirenazo” y la posterior marcha realizada por integrantes del cuerpo activo para visibilizar la grave crisis económica que atraviesa la institución. La protesta sorprendió a vecinos y automovilistas, que se encontraron con un reclamo inusual frente a un organismo clave para la atención de emergencias.

Según confirmó el jefe del Cuerpo Activo, Raúl Comas, la situación financiera llegó a un punto crítico tras la pérdida de un ingreso económico que durante años aportaba una empresa vinculada a YPF. Ese corte, afirmó, dejó al cuartel “sin recursos mínimos para sostener los servicios esenciales”.

“Estamos con un problema económico importante. Hoy no tenemos ingresos y los chicos del cuartel están muy dolidos por esta situación. No contamos ni siquiera con el dinero para pagar el gasoil que necesitamos para salir a las emergencias”, aseguró Comas en diálogo exclusivo con El Día.

El jefe recordó que asumió la jefatura en julio de este año y que, recientemente, una nueva Comisión Directiva tomó el mando institucional. Ambos recambios heredaron un escenario que “ya venía complicado”, pero que terminó de estallar cuando la empresa decidió discontinuar el aporte.

Durante más de una década, los bomberos ensenadenses brindaron un servicio de rescatistas profesionales para empresas tercerizadas que operaban en el polo petroquímico. Ese personal estaba altamente preparado y homologado por el propio cuartel, lo que generaba ingresos que permitían mantener la estructura y financiar gastos fijos.

“Después de muchos años, la empresa decidió incorporar a esos bomberos como personal propio. Nos pusimos contentos por ellos, porque ganaron un empleo estable, pero nos prometieron que la colaboración con el cuartel iba a seguir. Esa cuota societaria nunca apareció”, explicó Comas.

El jefe remarcó que la administración anterior manejó esa relación con la empresa y que la nueva conducción está tratando de recomponer el vínculo, pero aún sin resultados. “No hablamos solo de YPF, pero sí es la industria más grande del país y la que históricamente colaboró. Hoy nos quedamos sin ese ingreso clave”, dijo.

La crisis financiera afecta directamente al funcionamiento operativo. El cuartel administra cuatro sedes y 28 vehículos, todos dependientes del cuerpo de Ensenada. A eso se suman gastos estructurales elevados, como mantenimiento edilicio, reparaciones de unidades, compra de materiales y equipamiento homologado.

“La ropa de los bomberos es carísima porque debe cumplir normas internacionales. A eso se suman roturas de material, herramientas y todo lo que se reemplaza después de un servicio. Es imposible sostenerlo sin recursos”, detalló.

Uno de los puntos más críticos es el pago de los bomberos de guardia, quienes cubren turnos de 12 horas y son los encargados de arrancar los móviles, atender el teléfono, recibir emergencias y mantener operativos los cuarteles. Sin esos viáticos, la operatividad queda en riesgo.

Comas aclaró que esas guardias deben ser realizadas por bomberos formados y no por civiles. “Hoy los cuarteles reciben emergencias de salud, incidentes graves, casos de RCP. El que está de guardia tiene que estar capacitado”, enfatizó.

Si bien algunos servicios públicos como luz y gas quedaron nuevamente exentos gracias a gestiones recientes, otros gastos no se pueden reducir. El combustible, por ejemplo, se cubre con cuenta abierta en estaciones locales y un aporte mensual de Copetro, aunque eso resulta insuficiente.

“YPF no da combustible, no da lubricantes, no da nada. Y hoy menos que nunca. Por eso estamos tan complicados”, afirmó.

Cabe resaltar que la nueva comisión trabaja para esclarecer qué ocurrió con los acuerdos del pasado y busca reabrir el diálogo con empresas del polo petroquímico, el Puerto, Zona Franca y otras industrias asentadas en la ciudad. Mientras tanto, el cuartel mantiene la guardia operativa, aunque con preocupación.

“Lo que más nos preocupa hoy es que no tenemos ingresos de dinero. Esperamos que las empresas se acerquen, porque cuando nos necesiten, los bomberos de Ensenada vamos a estar como siempre”, cerró Comas.

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