Un juicio laboral pone en jaque a un conocido restó

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El reconocido restaurante porteño Piegari quedó al borde del cierre por un juicio laboral que lo obligaría a pagar más de 200 millones de pesos. Así lo admitió su dueño, Alberto Chinkies.

“A veces uno sabe que puede tener que pagar más o menos, pero en este caso la jueza, ignorando la documentación que presentamos, le dio más de lo que pedía el empleado y a mí me está condenando a pagar arriba de 200 millones de pesos”, advirtió en declaraciones radiales el propietario del emblemático emprendimiento.

“¿De dónde saco esa plata? ¿Qué tengo que hacer? ¿Tengo que cerrar? Hace más de 30 años que estoy trabajando, que tengo un restaurante prestigioso, que tenemos más de 100 personas. ¿Por uno que hace trampa en la preparación de pruebas tengo que dejar 100 personas?”, se preguntó Chinkies, a la par que aseguró: “Creo que tengo argumentos para no pagar o pagar una cifra razonable, pero la jueza de primera instancia falló 100% a favor del empleado. Un fallo totalmente arbitrario”.

Según su versión, el mozo que lo demandó tenía más de 25 años de antigüedad laboral y “en la pandemia no quiso trabajar más. A pesar de los reclamos para que viniera porque éramos considerados esenciales y podíamos hacer delivery no contestó nunca los mensajes”. Entonces, agregó que, “como no venía y pasaba el tiempo, lo despedimos con causa. Él se declaró despedido y nos hizo juicio con testigos preparados”.

Chinkies insistió en que ”es imposible para nosotros (pagar el monto reclamado); yo no sé qué voy a hacer. Tengo todas las cuentas de todos los bancos embargadas”.

El empresario gastronómico contó además que apeló lo que considera un “fallo arbitrario” por el que además tiene un embargo en su contra por $160 millones. Incluso detalló que, de acuerdo al cálculo judicial, “si el mozo trabajara debería ganar 8 millones de pesos, es absurdo”.

 

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