Revelan que el contador de los Kirchner prefirió quedar preso

Víctor Manzanares, quien trabajó para Néstor y Cristina, fue un imputado colaborador en la causa de los cuadernos

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El abogado de Víctor Manzanares reveló que el ex contador de la familia Kirchner fue una pieza clave en la causa cuadernos de las coimas, en la que se presentó como arrepentido colaborador y que tuvo como fiscal de instrucción a Carlos Stornelli.

“La decisión de Manzanares de arrepentirse llevó mucho tiempo en el cual pidió nuestra asistencia y empezamos a trabajar y evaluar esta posibilidad. En el mes de noviembre (de 2018) hubo un primer intento, donde ni Stornelli tenía el conocimiento de la cantidad de información que tenía Manzanares”, relató en diálogo con radio Rivadavia.

Y siguió. “Mi cliente se presentó como arrepentido colaborador. El segundo día hábil después de la feria lo trasladaron y su información es muy importante y respaldada por documentación. Entregó mucha información que la Justicia no sabía que existía y que era de Daniel Muñoz”.

Para el letrado Roberto Herrera, Manzanares “fue el contador de toda la vida” Néstor y Cristina Kirchner.

“Manzanares explicó como eran los mecanismos para lavar dinero. Por eso se tiene en cuenta que es un arrepentido sincero: no lo hizo para sacar ventaja”, añadió.

En otro tramo del reportaje, contó que Manzanares no quiso que se presente su excarcelación. “Me decía que tenía que pagar su pena”. Manzanares estaba detenido por la causa HoteSur – Los Sauces por “mandar un mail”, según dijo Herrera.

“Hubo muchas falencias y convencí a Manzanares de que estaba mal preso en esa causa para presentar la excarcelación. Él es muy católico y decía que hizo algo mal y tenía que pagar su culpa. Tenía una posición económica muy solvente antes de conocer a los Kirchner. Sus padres eran millonarios de verdad y él no tenía la necesidad de hacerlo”, reflexionó Herrera.

El juez Claudio Bonadio aceptó a Manzanares como un imputado colaborador en el caso de los cuadernos de las coimas en marzo de 2019, luego de su primer testimonio. Para ese entonces, el contador de los Kirchner, había pasado varios meses detenido en el penal de Marcos Paz, un encierro solitario y triste, en el que incluso pedía a sus abogados que no intentaran soltarlo, al considerarse culpable.

 

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