Otro año de crisis para el cine: “Homo Argentum”, fenómeno aislado en un año alicaído para las salas
Edición Impresa | 26 de Diciembre de 2025 | 02:52
El 2025 fue otro año de crisis para el cine argentino: la crisis, como en tantos ámbitos, ya es un estado de total normalidad para una industria a la que se le encabalgan dos crisis distintas, la del consumo local y la de la industria a nivel global, y busca en ese marco soluciones ingeniosas para que no haya tantas salas vacías.
La baja quedó ejemplificada sobre todo en la cifra de vacaciones de invierno: se vendieron aproximadamente 4.665.000 entradas durante julio de 2025, según datos de la consultora Ultracine; esa cifra fue la más baja desde 2009, sin considerar los años afectados por la pandemia. Comparado con 2024, la venta de entradas cayó más de 20% durante ese período de vacaciones.
Tradicionalmente, julio —el mes de las vacaciones de invierno— es el más taquillero del año en las salas argentinas, con cifras habituales que en años recientes rondaban los 8–9 millones de espectadores. En 2025 esos números quedaron muy por debajo de esos picos históricos. Desde ya que no se trata solo del efecto de la baja del consumo en el país ante una nueva crisis económica: el cambio de hábito de los consumidores (la mudanza del cine al living en la pandemia y una generación criada viendo películas y series en el celular) también ha llevado en todo el mundo a una merma sostenida, en los últimos años, en la venta de entradas.
Frente a ello, algunos cines empiezan a optar por alternativas a las películas, algo que se vio mucho en Argentina, y en la Ciudad, este año: se vieron capítulos de series, muchos recitales (varios de k-pop), películas de animación que son resúmenes de series televisivas... Todas son eventos limitados, que duran poco tiempo y apuntan a un nicho puntual, el de los fans que, por dos noches, hacen fila para ir al cine, y tal vez luego no vuelven a las salas.
El otro refugio de las salas fueron los ”tanques” de Hollywood, que siguen funcionando: la adaptación de “Lilo & Stitch” superó los cuatro millones de entradas, mientras que cintas como “Una película de Minecraft” o “Zootopia 2” (todavía en cartel) pasaron cómodas el millón de espectadores.
Su éxito y la crisis de las salas se combinaron , sin embargo, para generar un panorama en la cartelera con muchos horarios y salas para las franquicias familiares de Hollywood, y menos espacio para otros cines. Es una tendencia creciente, que ha relegado al cine nacional particularmente de la cartelera, aunque este año hubo una excepción: el fenómeno de “Homo Argentum”, única película argentina en el Top 10 de las más vistas en el país este año, con casi dos millones de entradas vendidas.
Pero a pesar de este éxito singular, el balance general del cine comercial en Argentina muestra un panorama desalentador: de los casi 300 estrenos locales registrados en 2025, muchos pasaron prácticamente inadvertidos, sin poder atraer a un público significativo.
Hubo propuestas premiadas, como siempre para un cine que incluso ahora, contra viento y marea en términos de producción, sigue mostrando su variedad y creatividad: pero películas como “Las corrientes”, “El príncipe de Nanawa”, “Gatillero” y otras tuvieron estrenos limitados a unas pocas salas independientes en algunos puntos del país, con epicentro en la capital federal. Tampoco “Belén”, con el respaldo de una productora como Amazon, pudo alcanzar masividad: el cine nacional parece año a año alejarse del gran público y aceptar su destino de producción de nicho, en el momento más álgido de la crisis de producción. La exhibición en el país siempre fue una cuenta pendiente del INCAA, y sin dudas mucho tiene que ver con el hecho de que el público haya dejado, una vez más, de ir al cine a ver películas locales.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE