Vecinos de Arana salieron a correr delincuentes

Armarse, la única alternativa que muchos creen que existe para hacerle frente al flagelo de la inseguridad en la localidad de Arana, en la zona sur de la Ciudad.

Es que no hay alarma, reja, perros guardianes, puertas blindadas, alambres de púa o cámaras de seguridad, que frene el embate del delito.

El panorama en ese lugar, según cuentan los habitantes de la zona, es dramático, ya que la única dependencia policial que existe en la jurisdicción contaría con tres patrulleros y dos estarían fuera de servicio.

En ese contexto, lo que se cuenta no puede sorprender a nadie: “En 152 y 610 hubo cuatro robos en una semana”.

Uno de los damnificados contó que anoche, de regreso a su propiedad, tomó conocimiento de un robo.

Al parecer, un grupo de ladrones arrancó de cuajo una reja amurada contra una ventana para colarse en el domicilio, del que sacó dos armas de fuego, un televisor, dinero y otros elementos de valor.

Fue un vecino el que descubrió que algo raro pasaba, por lo que activó la señal de alerta vecinal, que puso a los intrusos en fuga.

Claro que, con nula respuesta de parte de los encargados de la seguridad, fueron los propios lugareños quienes salieron a correrlos.

En esas circunstancias, para aliviana peso y poder escapar, los asaltantes empezaron a descargar parte del botín que se llevaron.

Así fue como se recuperó una moto, una bicicleta, el televisor y las dos armas de fuego, tipo escopeta.

“Hace dos días le robaron al vecino de al lado. Hace 5 días al vecino de atrás y hace 10 a otro vecino más. Esto viene así desde hace bastante. En la comisaría anoche había dos efectivos y 3 patrulleros, de los cuales 2 no funcionan”, expresó el damnificado.

“Cuando recuperamos la moto que fue en persecución, no nos enviaron móvil, porque no había policías para salir a la calle. Estamos totalmente a la buena de dios, con vecinos armados y defendiéndonos entre nosotros”, describió.

“Esta es nuestra realidad de todos los días y los que perseguimos terminan siempre dentro de la Megatoma”, apuntó en relación a la usurpación de tierra en Los Hornos, la más grande de la Provincia de Buenos Aires.

Siempre en base el relato de la víctima del robo, “cuando me acerqué a la comisaría para radicar la denuncia había un solo policía. Una vergüenza”.

En ese punto, precisamente, radica el mayor malestar vecinal. La falta de respuestas ante la presencia de persistentes robos.

Por eso la idea que a muchos ya se le cruzó por la cabeza. La de tener un arma en su domicilio, lo que siempre conlleva peligro.

Pero la indefensión es tal, con patrullajes preventivos que no existen, que a los lugareños los empujan a tomar medidas drásticas, que son aquellas que les pueden dar un fuerte dolor de cabeza.

Las autoridades lo saben y deben tomar nota. El reclamo de seguridad se potencia en todos los rincones del partido.