El miedo de morir en un robo: crudo relato de un trabajador de La Plata
Edición Impresa | 22 de Febrero de 2025 | 01:14

“Gracias a Dios la puedo contar y podré reencontrarme con mi mujer y mis hijos, porque pese a que no me resistí a darles mi mochila con el dinero, igual parecía que iban a dispararme”. El dramático testimonio fue brindado a EL DIA por Diego (44), el encargado de la estación de servicio YPF de 38 y 137 que fue a cumplir un trámite de rutina y casi le cuesta la vida.
El dramático momento que le tocó padecer, indicó, ocurrió alrededor de las 12.45 de ayer, cuando desde esa expendedora llegó en su auto con una mochila “donde tenía los 5.000.000 de pesos de la recaudación y documentación mía”.
Según consignó, se sorprendió que al llegar en su Chevrolet Cruze a Diagonal 73 y Boulevard 82, donde está la sucursal del Banco Credicoop, donde iba a depositar ese monto, “dos metros delante de mi coche, estacionó lo que me pareció ser un Renault Logan gris con vidrios polarizados”.
“Es que este vehículo fue el que vi hacerle a su conductor una maniobra riesgosa e imprudente ante el auto que manejaba una mujer, unas cuadras antes de que llegara al Banco”, reflejó.
Enseguida, citó que “esperé unos minutos en mi auto, por las dudas, pero como nadie bajaba del auto sospechoso, supuse que habrían ido a buscar a un familiar que quizá estaba haciendo una diligencia dentro del Banco. Inclusive, encendieron las balizas”.
Lamentablemente para este trabajador, no fue ese el caso. Los ocupantes de ese misterioso coche gris estaban allí únicamente para esperarlo a él y para asaltarlo.
Finalmente, Diego resolvió descender de su Cruze y lo rodeó por detrás hasta ir hasta la puerta delantera de acompañante, en cuyo asiento estaba la mochila con la gruesa suma de dinero.
“SE PARÓ UNO A CADA LADO”
Pero cuando tras pegar un vistazo general creyó que estaba todo tranquilo y se disponía a entrar a esa entidad bancaria, “bajaron dos tipos encapuchados, vestidos todo de negro y con armas de fuego en sus manos”.
“Enseguida se paró uno a cada lado mío y me apuntaron con sus armas. Atiné a irme hacia la parte trasera de mi auto, pero ahí sentí un estallido tremendo. Fue un disparo que me hicieron, no sé si para impactarme o para asustarme. La Policía dijo que en la vereda quedó un casquillo de bala de pistola 9 milímetros”, reveló después.
Diego, aterrado, citó que entonces “les tiré la mochila con la recaudación, pero igual me daba la sensación que querían balearme. Uno me apuntaba de arriba hacia abajo. Sentí mucho miedo, porque no eran delincuentes comunes, sino profesionales”. Acotó que “hasta por su vestimenta y presencia, parecía que estaban en el auto armados hasta los dientes”.
También reveló que “antes de irse, el que agarró la mochila con la plata fue hacia un lateral trasero de mi auto y le dio varios golpes. Creí que eran en la puerta, pero me dañó el neumático”. Y cerró: “Todo duró 2 ó 3 minutos. Esto te hace replantear muchas cosas”.
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