El dilema de usar las pantallas y sostener los vínculos familares

Edición Impresa

Las discusiones sobre los distintos usos tanto del celular como de las redes sociales ya no son exclusivas de los jóvenes. Es que, en la actualidad, existen padres, madres y abuelos que también protagonizan situaciones que generan roces con sus hijos y nietos. Uno de los principales reclamos es la falta de atención durante momentos familiares, cuando el teléfono interrumpe charlas y comidas. Paradójicamente, muchos adultos critican el tiempo que los jóvenes pasan conectados, sin notar que ellos mismos replican la conducta que cuestionan.

Otro punto de conflicto es la sobreexposición en redes. La publicación de fotos de hijos o nietos sin su consentimiento, práctica conocida como sharenting, es un motivo frecuente de enojo. Muchos jóvenes se quejan de que sus familiares comparten imágenes sin preguntarles, afectando su privacidad. Esta situación se agrava cuando las publicaciones incluyen anécdotas embarazosas o información personal, lo que puede convertir a los menores en blanco de burlas o situaciones incómodas.

La brecha generacional también se nota en la forma en que los adultos navegan en internet. Muchas veces caen en desinformación, comparten noticias falsas o no comprenden el lenguaje de las plataformas digitales. Los jóvenes, más hábiles en el entorno digital, se frustran al ver cómo sus padres y abuelos caen en engaños o malinterpretan mensajes. Esto puede generar una inversión de roles, donde los hijos terminan siendo quienes advierten y educan a los mayores sobre los riesgos en línea.

Para evitar estos choques, es fundamental que los adultos adopten una actitud más reflexiva sobre su propio uso del celular. Equilibrar la vida digital y la presencial, respetar la privacidad de los más jóvenes y aprender a moverse con responsabilidad en internet puede fortalecer los lazos familiares en vez de debilitarlos. En un mundo donde la tecnología sigue avanzando, el verdadero desafío es que todas las generaciones logren convivir con ella sin perder el vínculo humano.

 

atención
pantallas
vínculos familares

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE