Distintos criterios para las reelecciones en la Provincia y en la Universidad de La Plata

Tauber busca completar 20 años continuos en el poder. En una fundación con millonarios ingresos el mandato es ilimitado

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Las discusiones generadas en la Legislatura alrededor de los proyectos para limitar las reelecciones de intendentes, diputados, concejales y senadores, desde el punto de vista teórico son muy interesantes, aunque en el presente estén teñidas por las ventajas coyunturales que pudiera tener cada partido.

En la Universidad es otra cosa

Impedir que se eternice en el poder, de cualquier tipo, a un funcionario electo es una máxima respetable. Pero en la práctica, en la Ciudad se ha demostrado que puede no servir a ese objetivo. El caso de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) es paradigmático; los presidentes no pueden ser reelegidos, ni siquiera una vez, pero una Fundación a la cual la casa de estudios le cedió multimillonarios contratos, ha sido presidida por la misma persona, en su carácter de decano de la Facultad de Ingeniería, durante los últimos 12 años, mientras que Fernando Tauber como presidente de la Universidad se desempeñó en ese cargo en 8 de los últimos 16 años, y actualmente, siendo el Vicepresidente Académico de la UNLP, es el único postulante conocido para volver a presidir la Universidad.

Cabe señalar que el kirchnerismo universitario además del apoyo de La Cámpora, ha logrado también los votos de buena parte del claustro estudiantil a través de Franja Morada en la que influyen algunos dirigentes minoritarios del radicalismo local que inicialmente pertenecieron a la llamada “coordinadora”. Incluso hubo coincidencias con los planteos del actual jefe del partido centenario, Martín Lousteau.

Por supuesto que esa conjunción de voluntades es fruto de acuerdos, como la decisión de quién manejará la Secretaría de Extensión Universitaria, con locales en casi todos los barrios periféricos de la Ciudad, en los que el peronismo ha sido la divisa elegida por la mayoría de sus habitantes.

La secretaría general de la Universidad, cuya firma valida la del rector en los contratos, estuvo a cargo de Patricio Lorente desde el 2018, pero se desempeñaba como prosecretario general desde 2011, y renunció hace pocos meses.

Rector 12 años y Vice por 8

Desde el año 2009 al 2029, el Arquitecto Tauber habrá sido presidente de la Universidad durante 12 años, y vicepresidente por 8 años. Pero además mantuvo claramente su influencia en los períodos en que no se desempeñaba como titular de la alta casa de estudios, tal como se desprende de los boletines de prensa de la Universidad.

Mientras tanto, el decano de la Facultad de Ingeniería, que por estatuto preside la Fundación de la Facultad, es ahora el Ingeniero Marcos Actis, quien ya ocupó esa posición entre 2010 y 2018, y ahora cumple un tercer mandato hasta 2026. Antes fue vicedecano, de 2007 a 2010 y también se desempeñó como vicepresidente institucional de la Universidad Nacional de La Plata de 2018 a 2022.

La Fundación

Los lectores de EL DIA recordarán que la Fundación de Ingeniería, que se considera a sí misma como sujeto de derecho privado a pesar de que el presidente y la mayoría del Directorio son elegidos por el Consejo Académico de la Facultad, ha evitado dar informes completos sobre sus balances. Parcialmente, se han conocido algunos convenios, pero en la actualidad los organismos del Estado Nacional, que están obligados por la ley de transparencia, demoran mucho la información o dan explicaciones, como el ente binacional de Yacyretá, que no puede suministrar informes sobre la relación con la Universidad Nacional de La Plata sin la autorización del gobierno de Paraguay.

La gran contradicción

Las dependencias del Poder Ejecutivo Nacional que proyectó reducir el presupuesto de las Universidades Nacionales, con el argumento de que existían partidas usadas con fines políticos, son remisas, por lo menos, a hacer público el detalle de las relaciones contractuales entre la Universidad Nacional de La Plata y esas reparticiones públicas, justamente en los casos en que la casa de altos estudios cede a una Fundación, no controlada por el Estado, la administración de los cientos de millones de pesos logrados a través de esos contratos.

Sin licitación

Debe explicarse que por un decreto de 2003 que tuvo vigencia hasta hace un año, el Estado central podía realizar compras a las Universidades nacionales sin licitación.

En el caso de La Plata, la casa de altos estudios logró importantes contratos, por supuesto sin licitación, pero como textualmente dicen muchos de los convenios, delegó la administración de los que involucraban las mayores cifras en la Fundación de la Facultad de Ingeniería. Esos acuerdos comerciales llevan la firma del rector y del secretario general de la Universidad, que coincidieron durante muchos años en el desempeño de los cargos desde los cuales se negocian dichos convenios. Y paralelamente acordaron en delegar los más importantes en la Fundación, que como se dijo, la preside el decano de la Facultad de Ingeniería, que tiene reelecciones sin limitación.

Resulta más que elogioso que la Universidad logre recursos a través de trabajos para el Estado nacional, pero en el caso del centro educativo local, lo cierto es que el destino final de los fondos no se ha hecho público en lo que coincidieron todos los integrantes del grupo político que se alternaron en el poder del rectorado y la Facultad de Ingeniería en los últimos 16 años, y por algunos funcionarios.

Como se decía al principio, el debate de la Legislatura sobre la limitación de reelecciones puede resultar puramente teórico.

En la Universidad local, el arquitecto Tauber no ha ocultado su gravitación durante los 8 años en que fue vicerrector y otros catedráticos ocupaban el cargo de rector.

Los boletines de prensa de la Universidad han informado acabadamente sobre su intensa actividad en el trato con el Estado nacional, provincial y municipal, y en otros trámites de importancia para la casa de estudios.

 

unlp Tauber

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