Cruces por la medición oficial de superávit fiscal

Algunos economistas sostienen que el resultado es deficitario. Pero otros afirman que los números del Gobierno son reales

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La forma de medición e interpretación de las cuentas públicas generó una nueva división entre economistas que respaldan al Gobierno y aquellos que apuntan deficiencias en la real situación fiscal.

En lo puntual, los cuestionamientos se focalizan en cómo se mide los resultados y cómo se imputan a los diferentes ítems que consolidan el total de la situación económica financiera del Estado.

Entre los economistas críticos se apuntan Carlos Rodríguez –quien supo integrar el equipo de asesores de Javier Milei- y Walter Graziano, quienes publicaron una columna de opinión en un nmatutino porteño, donde manifiestan un punto de vista crítico.

Los autores parten de la base de recordar palabras de Milei donde señalaba que heredó un déficit fiscal de 15% puntos del PBI, divididos en 5 puntos del Tesoro (déficit operativo) y 10 puntos del Banco Central.

Ambos coinciden que los 5 puntos del Tesoro fueron eliminados con gestión y parte de licuación de ingresos “vastos sectores” de la sociedad.

Los cuestionamientos están centrados en los 10 puntos correspondientes al BCRA.

Pero el Director de la Fundación Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne, salió al cruce de las críticas que realizaron Rodríguez y Graziano sobre cómo el gobierno calcula e interpreta los números que muestran la situación fiscal del país.

“En el artículo de Walter Graziano y Carlos Rodríguez le pifian en dos temas fundamentales”, posteó Etchebarne en sus redes sociales y luego desarrolló un análisis.

Graziano y Rodríguez sostienen que el déficit fiscal del Gobierno es superior al 11%.

“Si sumamos la deuda total consolidada del Banco Central y del Tesoro, hoy es menor que la deuda recibida en noviembre de 2023”, destacó Etchebarne.

El economista afirmó que “el artículo omite un dato clave, el fuerte crecimiento de la demanda de dinero permitió emitir pesos mientras, simultáneamente, se reducían drásticamente la inflación y las tasas nominales de interés. Además, es probable que la demanda de dinero vuelva a duplicarse a medida que la inflación tienda a un dígito anual”.

“El segundo dato que el artículo no contempla es que la inflación en Estados Unidos proyectada para este año es del 3,1%, y fue aún mayor en los últimos 18 meses. Esa tasa de inflación implica que el valor real de la totalidad de la deuda medida en dólares constantes está cayendo”, expresó.

Etchebarne remarcó que “la deuda promedio en términos del PBI real está bajando más rápido aún por el crecimiento económico y, en términos del PBI medido en dólares, está cayendo aún más rápido por la apreciación cambiaria”.

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