Hay sonrisas en el mundo, con la Argentina estancada

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Luis Varela

Las señales de avance de acuerdo comercial entre EE.UU. y China (esta vez confirmada desde Beijing, con la promesa de revisar sus exportaciones) y también un principio de acuerdo comercial entre Donald Trump y la India, luego del convenio logrado hace unos días en Gran Bretaña, generaron un día en positivo para los mercados internacionales, con algunos índices clave alcanzando máximos o al menos abandonando la abulia de los últimos tiempos.

Este paso, que abre la esperanza de que el crecimiento del PBI mundial no retroceda tanto como se calculó hasta ahora, permitió incluso mejorar la confianza del consumidor estadounidense, que va aumentando a medida que mejoran las expectativas de inflación. Y esta distensión agrega otro dato central para lo que viene: la OPEP+ (es decir los principales países petroleros) se dispone a evaluar otro gran aumento de la producción de petróleo.

Sin impacto en Argentina

Sin embargo, lejos de este buen clima internacional, que es regado por supuesto por el principio de tregua entre Israel e Irán, no llega a impactar en el mercado argentino, que sigue completamente estancado, sin volumen y fuera de todo interés de los inversores. Y a tal punto llegó esta situación que hasta ahora había dos Bolsas mundiales que en el año estuvieron en rojo, la de Japón y la de Argentina. Pero Tokio subió y quedó sobre el agua, mientras que la Bolsa de Buenos Aires siguió caída.

Mientras hay señales heterogéneas de algún repunte económico en determinados sectores, el mercado bursátil argentino está con los precios de las acciones en el mismo lugar en pesos que tenía hace siete meses, por lo que en términos reales (por la inflación acumulada) sufre una caída real de más del 20%. Al tiempo que los títulos públicos están casi inmóviles, a pesar de que en menos de dos semanas (el 9 de julio) los Bonares y los Globales pagan jugosos US$ 4.500 M.

Con ese marco, mientras los inversores mundiales brindaron, el mercado local siguió en el estancamiento. Con el blue quieto, los dólares oficiales y financieros siguen en un leve sube y baja. El Gobierno confirmó que a partir del martes volverá a colocar las retenciones de los granos gruesos en el nivel que tenían hasta enero, por lo que en protesta hubo menos liquidación del campo y el Banco Central (BCRA) terminó perdiendo reservas, en el momento del año tradicionalmente con más liquidaciones del agro. Y las acciones y los bonos se movieron apenas, con un riesgo país que cedió apenas 2 unidades, es decir la nada misma.

Las tasas

Mientras este olvido transcurre en la Argentina, en el exterior hay presión para que el corset de la tasa de interés se empiece a aflojar. Conocido el mejor ánimo de los consumidores y con poco impacto por ahora de los aranceles sobre la inflación, el presidente Donald Trump embistió nuevamente contra el titular de la Fed Jerome Powell, y ahora el mercado parece empezar a convencerse de que finalmente en septiembre puede llegar a aparecer una baja en la tasa base del banco central norteamericano, que se mantiene en 4,5% anual desde hace rato.

Los datos puros de mercado empiezan a mostrar esa posibilidad. De hecho, las tasas largas de EE.UU. siguen bajando: se pagó 3,9% anual a 1 año de plazo, 3,8% anual a 5 años, 4,2% anual a 10 años y 4,8% anual a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,9% en Chile, 0,2% en Japón y 0,1% en China y contra la libra, pero bajó 0,1% contra el euro, el mexicano y el franco suizo y cedió 0,3% en Brasil.

Las retenciones al campo

En el mercado cambiario local, el ministro Luis Caputo y su equipo siguen manejando los hilos para que los dólares se mantengan tranquilos. Por eso el BCRA opera intensamente en el Rofex en el mercado de futuros, donde ya se acumulan contratos por US$ 2200 M. Y, además, logrado el ingreso de las divisas del FMI, y con la visita técnica retirándose en este momento con su clásica frase “las conversaciones siguen siendo constructivas”, para mantener el superávit fiscal el Gobierno vuelve a apretarle las clavijas al campo.

A pesar de los reiterados pedidos de los productores, Economía confirmó oficialmente que a partir del 1° de julio vuelven a subir las retenciones a la soja, el maíz, el sorgo y el girasol: el martes suben en soja de 26 a 33%, en maíz y sorgo de 9,5 a 12% y en girasol de 5,5 a 7%.

Esta confirmación detuvo la ola de liquidaciones que se venían anotando desde el agro. Por lo que, con el dólar oficial a $1204,62, el BCRA no intervino en el mercado de cambios, pero al final del día, por menos oferta de los productores, la autoridad monetaria perdió reservas por US$ 75 M, en un momento del año que tradicionalmente debería estar sumando de a US$ 250 M diarios.

Frente a esto, analistas y operadores reiteran constantemente que el segundo semestre será distinto, con dólar al alza. Pero el Gobierno les envió un fuerte mensaje a los empresarios: “No apuesten a que una devaluación los va a salvar”. De hecho, en este momento crece la demanda de cobertura y estiman que el BCRA ahondará aún más su intervención en futuros. Y hay que tener en cuenta que en el Rofex el dólar futuro de diciembre se pacta 15,1% más alto que el valor actual, cuando la tasa en pesos de los plazos fijos paga 14,3% para ese período y la inflación esperada está algo por encima del 10%.

El dólar

En valores, el dólar oficial cotiza ahora a $1190, pero para fin de julio se pacta a $1.231, en agosto a $1.261, en setiembre a $1.289, en octubre a $1.320, en noviembre a $1.345 y en diciembre a $1.370.

A pesar de todo esto, los dólares se movieron muy poco. El dólar oficial bajó 5,16 pesos hasta 1204,62 pesos, el dólar blue no cambió y siguió a 1210 pesos, el dólar Senebi bajó 1,66 pesos hasta 1210,84 pesos, el dólar MEP bajó 1,16 pesos hasta 1197,54 pesos y el contado con liqui subió 1,88 pesos hasta 1203,94 pesos. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 0,5% y la brecha entre el ccl y el mayorista fue del 1,2%.

En bonos, con muchos inversores consultando a sus agentes qué decisiones tomar con los US$ 4500 M que se cobren el 9 de julio, se encontró un mercado hoy con buen volumen, y con una leve suba del 0,2% para los títulos públicos, con baja de 2 unidades para el riesgo país hasta 685 puntos básicos. Y esto llegó con una noticia mitad buena y mitad mala: la provincia de Córdoba no pudo esperar que baje el riesgo país y pagó casi 10% anual en dólares por un bono a 5 años, y parte del dinero se usará en infraestructura.

Esta alta tasa de interés, impagable en los hechos mirando hacia adelante, significa que la Argentina ya no depende de su nota en el MSCI, ni probablemente tampoco con sus reservas netas aún negativas por US$ 7.000 M (sin contar con los US$ 12.000 M prestados por el FMI): lo decisivo será la política, en las elecciones de setiembre y de octubre. Y quizás tampoco después de esas urnas se libere el camino, sino cuando se conozca quién será el presidente a partir de 2027.

Los papeles privados

En papeles privados, por los avances comerciales y la expectativa de menor tasa de interés, hubo otro día en verde en la Bolsa de Nueva York, ya que el Dow subió 1%, mientras que el S&P y el Nasdaq mejoraron 0,5%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 0,2% y la Bolsa de México cedió 0,1%.

Ante la posibilidad de que el petróleo se derrumbe y con la soja perdiendo bastante envión, el mercado bursátil local tampoco logró montarse a la ola mundial. Con 59.551 millones de pesos operados en acciones y 79.877 millones en cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,1%. Y las ADR argentinas que se transan en NY estuvieron mixtas, con suba del 1 al 3% para Edenor y Telecom, con baja del 5% para Bioceres.

Finalmente, en materias primas, hubo una baja del 0,2% para el petróleo. Los metales preciosos estuvieron en descenso. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago hubo una leve mejora para el maíz, el trigo y la soja. En Rosario cedió el trigo y el resto siguió sin cambios.

 

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